Nacen cuatro linces en un cortijo habitado del Valle de Matachel: «Es un hecho insólito»

El dueño de la finca situada en la provincia de Badajoz se llevó una sorpresa mayúscula el pasado 24 de marzo al comprobar que algo que se movía dentro de un cajón era un lince ibérico

Martes, 4 de abril 2023, 21:32

Linces ibéricos nacidos en un cajón de madera dentro de un cortijo habitado. «Es un hecho insólito. No teníamos constancia de que hubiera pasado antes ... ni en España ni en Portugal», afirma María Jesús Palacios, directora del Programa de Conservación de la dirección general de Sostenibilidad de la Junta de Extremadura. El dueño de la finca situada en la provincia de Badajoz se llevó una sorpresa mayúscula el pasado 24 de marzo al comprobar que algo que se movía dentro de un cajón era un lince ibérico. Al adentrarse en el chamizo de su propiedad, el hallazgo fue aún mayor al ver que había cuatro cachorros acurrucados entre las tablas. La escena ocurrió en una finca habitada del Valle de Matachel, al que pertenecen municipios pacenses como Hornachos, en el entorno de Tierra de Barros. Los animales estaban en una especie de cobertizo donde se guardan herramientas y trastos viejos.

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La madre es un ejemplar nacido en libertad y que no estaba controlada por el programa regional de conservación de esta especie protegida. Rápidamente, el dueño de la finca se puso en contacto con uno de sus responsables, que reubicó a los animales en la zona. María Jesús Palacios explica que tenían constancia de nacimientos en libertad en viejos cortijos abandonados o deshabitados desde hace mucho tiempo, en chimeneas, por ejemplo, «pero nunca antes se habían visto nacimientos justo al lado de una casa donde están viviendo» personas. «Es un caso que no se había dado», recalca.

«Es el primer caso que tenemos de un vínculo muy claro entre el hombre y el lince, que es un animal esquivo, y que ha nacido en la naturaleza. Esa madre lince ha tenido la confianza de salir a cazar y dejar a sus crías para luego volver a ese lugar que considera de confianza».

De momento, los cachorros siguen en la zona donde fueron encontrados, pero, por el patrón de comportamiento habitual de la especie, se prevé que la madre los cambie de refugio o gatera en breve, para llevarlos a un lugar más espacioso donde tengan capacidad de moverse y comenzar con los juegos e interacciones con el entorno propios de su etapa. «Ahí es cuando comienza su aprendizaje en la naturaleza».

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En el Valle de Matachel empezaron a soltarse linces en 2014. Los primeros fueron seis ejemplares: tres machos y otras tres hembras. «Ahora en Extremadura, con los cachorros nacidos este año, se estima que lleguemos a 200 ejemplares, un centenar de ellos en el área del río Matachel, importante afluente del río Guadiana. Y todo ello se ha conseguido en nueve años. »Este proyecto de reintroducción del lince ibérico es el más exitoso de todo el mundo y un ejemplo. A lo largo de estos nueve años no dejamos de sorprendernos«, defiende Palacios.

Si a alguien le sucede algo similar a lo vivido por el dueño de este cortijo, los expertos recomiendan mantenerse tranquilo y confiado, «pues el lince es curioso y se puede quedar mirando, pero es esquivo y no se va a acercar a los humanos». A partir de ahí se debe comunicar a la Dirección General de Sostenibilidad de la Junta de Extremadura a través del 112 o del número de la Guardia Civil. «Nosotros vamos inmediatamente y valoramos la situación y el estado del o de los animales», apostilla María Jesús Palacios.

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