Tania Sieira

Comer para contarlo

A la última ·

Pepe Rodríguez, el de 'MasterChef', se queja de los que van a El Bohío y se sientan con siete cámaras en la mesa

Sábado, 27 de septiembre 2025, 00:01

Hace más de treinta años, mi padre ya decía que los tomates no sabían a tomate. Era un nostálgico, pero, sobre todo, sabía comer, y ... no le dolía gastarse los cuartos ni en buena materia prima ni en buenos restaurantes. Eso sí: cuando le servían un pescado que no era fresco, acababan en el tercer círculo del infierno el cocinero, el camarero y hasta San Pascual Bailón.

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Solo una vez salió de España. Fue a París por trabajo, y vino con un cuadro de Montmartre para mi madre y una consola Atari para mi hermano y para mí que había comprado en Galeries Lafayette. Mientras yo alucinaba con la bolsa, aun sin saber lo que contenía, él maldecía la comida francesa porque todo llevaba salsas, natas y mantequillas que ocultaban el sabor. «No sabes ni lo que te estás comiendo» fue lo más suave que dijo. Él era de producto, producto y producto mucho antes de que se convirtiera en el mantra de 'MasterChef'.

Pepe Rodríguez, el del programa, se queja de los que van a El Bohío y se sientan con siete cámaras en la mesa. «Eso lo tengo prohibido. No se puede hacer un 'show' en un restaurante. El que quiera grabar, que me pague», ha declarado en una entrevista al podcast 'La Escalera Roja'. Que está hasta la olla de los 'foodies', vaya. Y sentencia: «Venga usted a comer y déjeme en paz». Vale, quejarse es una ordinariez, pero presumir en las redes de lo que comes es peor todavía. Al menos, antes solo nos pavoneábamos con los colegas hablando de la paella maravillosa que nos habían puesto en no sé dónde, pero poco más. Si comiendo con mi padre se me hubiera ocurrido ponerme a fotografiar una dorada a la sal, el teléfono hubiera acabado malamente. Yo no extraño el sabor de los tomates, pero sí a mi padre.

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