Por una jornada laboral del siglo XXI

La jornada laboral se ha venido reduciendo en Extremadura gracias al cauce de la negociación colectiva y no por ello se ha obstaculizado el desarrollo empresarial, ni se ha provocado una pérdida de productividad, ni han caído los márgenes empresariales, más bien al contrario.

Tras más de 40 años sin que legalmente se haya cambiado la jornada laboral en España ahora es el momento de cambiar la norma para recoger legalmente lo que ya es una realidad predominante en miles de centros de trabajo tanto públicos como privados. Es necesario que la jornada legal se equipare con la jornada real y que entremos a negociar fórmulas más racionales, eficientes y efectivas de organización del tiempo de trabajo.

Todos los partícipes del mercado laboral ya utilizamos actualmente la fijación preferente de la jornada en cómputo anual con el fin de facilitar fórmulas flexibles de ordenación del tiempo de trabajo como es la distribución irregular de la jornada como mecanismo para compatibilizar las necesidades productivas y organizativas de las empresas extremeñas con la vida personal y familiar de las trabajadoras y trabajadores.

La reducción de jornada es más necesaria aún si cabe en Extremadura dada la mayoritaria presencia de microempresas y pymes que, o están fuera de la cobertura de la negociación colectiva o no la cumplen rigiéndose exclusivamente por los mínimos que marca el Estatuto de los Trabajadores. Y todo ello, en un contexto en el que más de la mitad de las horas extraordinarias no se compensan ni económicamente ni en tiempo libre y donde sigue existiendo fraude por las largas jornadas de trabajo sin remunerar y sin cotizar a la seguridad social.

La pandemia nos vino a demostrar que otras formas de organizar el trabajo eran posibles sin que repercutiesen de forma negativa en la productividad ni en la viabilidad de las empresas. El entorno laboral ha venido acogiendo numerosos cambios en las últimas décadas: la universalización de las nuevas tecnologías, la digitalización de los procesos, la llegada del teletrabajo, el trabajo en plataformas, etc. Y todo ello ha incidido sobremanera en una elevación de la productividad de los medios técnicos y humanos.

La reducción de la jornada laboral que está reivindicando UGT sin duda ayudará a conseguir objetivos como proteger la salud o conciliar la vida laboral familiar, o luchar contra las jornadas parciales forzosas convertidas en objeto de discriminación para muchas mujeres o reducir la brecha salarial. Por lo que no solo se presenta como justa y necesaria, sino que también es técnicamente posible.

UGT lleva años apostando por una reducción de la jornada laboral sin merma salarial. El apoyo a la posibilidad de reducir la jornada laboral ha ganado mucha fuerza en los últimos años y se han llevado a cabo numerosos proyectos pilotos en toda Europa con excelentes resultados tanto para las personas beneficiarias del modelo como para los resultados de las empresas donde se llevaron a cabo. Por ello apoyamos el compromiso adquirido por el Gobierno de España de reducir la jornada laboral a 38,5 horas semanales en 2024 y a 37,5 horas semanales en 2025. A través de la negociación colectiva se definirá cuál es la fórmula más idónea para llevarla a cabo de acuerdo con la realidad de cada sector.

La reducción de la jornada laboral resulta técnicamente factible, coherente y necesaria. Queremos llevarla a cabo de la mano de la patronal porque también beneficia a las empresas. Y se puede aplicar con flexibilidad y contando con el acompañamiento, el asesoramiento y la formación indispensables a través del apoyo gubernamental, especialmente para las pymes.

Es tiempo de moverse y avanzar. Lamentamos la actitud alarmista y obstruccionista de la patronal en este tema. A lo largo del mes de septiembre hemos desarrollado una campaña de movilizaciones a favor de la reducción de la jornada laboral de 37,5 horas semanales. Esta campaña tendrá su máxima visibilidad el 26 de septiembre que realizaremos concentraciones delante de las sedes de la patronal.

UGT, como sindicato más representativo, ha iniciado campañas para dar a conocer las ventajas de esta iniciativa a la ciudadanía, cuyo posicionamiento es mayoritariamente a favor de la misma y para remover obstáculos hemos iniciado movilizaciones en los centros de trabajo y a pie de calle.

Desde UGT, estamos convencidos de que la reducción de jornada constituye una cuestión de justicia social que contribuirá a que se distribuya de forma más equitativa la riqueza que genera nuestra región y nuestro país. Sin duda, merece la pena cambiar el modelo productivo y laboral en favor del bienestar de las personas.