Sánchez se ve reafirmado por Macron en su impulso al reconocimiento de Palestina

El presidente del Gobierno saludó con un mensaje en su cuenta de X que Francia, miembro del G-7, se sume al gesto que España tomó, tras una intensa pero no excesivamente fructuosa campaña diplomática, el 28 de mayo del pasado año junto con Irlanda y Noruega. La esperanza es que su decisión genere cierto efecto arrastre entre otras grandes economías, aunque el Reino Unido insiste en que lo prioritario ahora es acabar con la crisis humanitaria y Alemania sigue mostrándose muy reticente. «Entre todos -defendió Sánchez en su mensaje en la reda social- debemos proteger lo que (el primer ministro de Israel, Benjamin) Netanyahu está tratando de destruir. La solución de los dos Estados es la única solución».

El Ministerio de Exteriores insiste en un comunicado en que España ha desempeñado un «papel de liderazgo» en la materia al ostentar junto a Jordania la presidencia del grupo de trabajo sobre la implementación política de esa solución en la Conferencia Internacional de Alto Nivel para el Arreglo Pacífico de la Cuestión de Palestina y la Implementación de la Solución de los Dos Estados, que este lunes celebra un encuentro en la sede de Naciones Unidas en Nueva York en el que participará «activamente» el jefe de la diplomacia española, José Manuel Albares.

Lo cierto es que la maquinaria internacional y europea se mueve con lentitud. España lleva también meses tratando de que la UE revise y suspenda su acuerdo de asociación con Israel. Lo primero lo hizo ya y el informe presentado por la la alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, el pasado junio concluyó que efectivamente se estaba produciendo una violación de los derechos humanos en Gaza y, por tanto, una vulneración del artículo 2 del acuerdo. Pero no hubo unanimidad para aplicar sanciones.

El antecesor de Kallas en el cargo, el español Josep Borrell, se mostró muy crítico este jueves por la noche con la posición de los países europeos en una entrevista en la Ser. «Nosotros los europeos, los que predicamos el respeto al derecho, somos cómplices de esto, ayudamos a que ocurra», denunció. «Los están matando como ratas cuando van a buscar comida. No estoy exagerando». La UNRWA calcula que hasta 1.000 personas han sido asesinadas en los puntos militarizados de distribución de alimentos mientras esperaban para recibir una mínima ración.