El Ministerio de Cultura adjudica la ampliación del Museo Romano de Mérida

Una semana después Ministerio de Cultura ha publicado ya el resultado de la licitación que abrió a finales de febrero.

Algo más de ocho millones (con impuestos incluidos) y dos años de trabajos para acoplar la esquina desnuda junto al edificio actual y ensamblarla a la construcción original que hizo Moneo en los años ochenta.

Quince licitadores concurrieron al concurso del Ministerio de Cultura y la mesa técnica considera que la propuesta conjunta que hacen las constructoras San José y Magenta es la ganadora.

Presentaron un presupuesto de 6,2 millones sin impuestos para una obra que el proyecto del Ministerio pone en 6,9.

Fue el ministro Iceta cuando visitó el Museo el 1 de julio el que dijo que todo se resolvería antes de que terminara el 2022. También se comprometió a estar muy pendientes desde el Ministerio para que una vez en faena no haya demoras injustificadas.

Desde el Ministerio quieren que en esta nueva fase se mantenga la integración tan singular que se hizo en la primera cuando se integraron los restos romanos en el edificio. La ampliación que se proyecta ahora también ha sido diseñada por Rafael Moneo. Según explica el arquitecto en su estudio final presentado a las constructoras, hay que entenderlo como una extensión de lo que ya existe, no un edificio anexo nuevo. La nueva construcción, aclara, no debe alterar lo que ya se ve y se ha hecho.

Es una salida funcional para conseguir espacios que completen los servicios que se han hecho necesarios tras casi cuarenta años funcionando. Concretamente, se hará una sala de exposiciones temporales, un salón de actos con capacidad de albergar 240 personas, nuevos almacenes y salas de lectura para la biblioteca.

Se cumple así con un viejo anhelo del propio arquitecto. Ya en 1980, cuando empezó a construir el edificio actual, apuntó la posibilidad de completarlo con el edificio de viviendas trasero. Ese edificio lo compró el Ministerio en 2003 para disponer de toda la manzana de la calle. En 2011 entregó el arquitecto un diseño para integrarlo y ahora por fin se licita. Si no hay demoras, en dos años por fin se habrá completado lo que se ideó en los ochenta.