Bomberos del parque de Mérida bajan al vecino de calle Panadero por el hueco abierto por su ventana del exterior del piso para ser llevado al hospital, anoche. J. M. Romero

El angustioso traslado al hospital de Mérida del vecino de la calle Panaderos

Los bomberos debieron abrir anoche un hueco por el exterior de un piso, quitando una ventana, para sacar al hombre, con problemas de obesidad; el varón, de 47 años ha fallecido esta mañana

Viernes, 17 de octubre 2025, 09:58

Son cerca de las seis y media de la tarde del jueves. Se produce una llamada al 112. Se pide auxilio médico en Mérida. Un ... hombre de 47 años. Está solo Normalmente vive con su madre pero está ingresada en el hospital. Se activa la ambulancia del SES. Se trata de un vecino de la calle Panaderos, en la barriada de Santa Eulalia, en la Zona Norte de Mérida. Está herido. Parece ser que ha sufrido un fuerte esguince de tobillo. Y quizás ha tenido un golpe en otra parte. Más otros problemas intestinales que arrastra desde hace meses. Hay que llevarlo urgentemente al hospital. El caso es que no puede moverse. Se trata de una persona joven pero está obesa, de más de 150 kilos de peso.

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Es Pedro, el vecino del bloque G. Vive en un primero pero el bloque es antiguo, no tiene ascensor y, para colmo de males, para llegar a los pisos hay que superar una escalera endiablada. Para ellos y para quien que quiera subir o bajar con cualquier cosa. Una camilla no puede pasar por ahí con una persona herida de semejante complexión. Los médicos determinan que la evacuación del herido por la escalera comunitaria es del todo imposible. Se llama a los bomberos del parque emeritense, situado en El Prado. Y estos, a las 19.50 horas, a la Policía Local. Y se pone en marcha una operación que duró casi cuatro horas, movilizando a medio centenar de profesionales.

Obligó a abrir un hueco por la ventana del exterior de la vivienda para poder sacar a ese hombre en una grúa, sobre un palé, para llevarlo al hospital. Llegó allí a las 22.30 horas. Esta mañana, según ha confirmado HOY, ha fallecido. El drama familiar es mayor porque pocas horas antes ha muerto también su madre.

Arremolinados en la calle Panaderos, junto al bar Pradan y un lateral de la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, los bomberos usaron una radial, pico y pala y empezó la operación de derribo de la ventana. Tardaron un buen rato. Mientras, el Ayuntamiento de Mérida activó la maquinaria necesaria para poder sacar al herido y que toda la operación puesta en marcha saliera bien.

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Una grúa para bajarlo. Una furgoneta para llevarlo...porque cuando a Pedro lo sacan de su casa camino al hospital no lo llevan en una ambulancia sino en una camioneta, improvisado vehículo de transporte en el que podía ser llevado con más seguridad, dijeron los servicios sanitarios, que en la propia ambulancia.

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Traslado del herido en una furgoneta. J. M. Romero

«Ha vuelto a pasar lo mismo que en febrero. Lo han tenido que sacar por la ventana. Y se la han tenido que cargar», señaló un vecino al equipo de HOY que cubría el insospechado 'rescate'. Efectivamente. Sucedió lo mismo hace ocho meses. Entonces, en una fría mañana de fin de semana el vecino del bloque G necesitó asistencia sanitaria y debió ser trasladado al hospital. Y se tuvo que abrir el hueco de la ventana, desde el exterior de la calle, para poder sacarlo.

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A la vuelta, tras el alta hospitalaria, Pedro pudo entrar por su propio pie en su inmueble, salvando con pausa la escalera. Desde entonces perdió peso, bastantes kilos, coinciden varios vecinos. Pero no lo suficiente para tener una movilidad mínima en estos casos.

Por eso ayer volvió a usarse una grúa, en cuya pala se ataron, bien reforzados, dos palés, que hicieron las veces de camilla para bajar al vecino. En la operación, subido en la grúa, junto a Pedro, un bombero, vigilando que todo saliera bien. Todo acabó sobre las 22.30 horas. Montado en una furgoneta, escoltado por dos coches de la Policía Local y una ambulancia sin herido, el vecino de la calle Panaderos llegó al hospital y se terminó la auténtica odisea que había empezado cuatro horas antes. Lamentablemente, el hombre no ha podido superar varias complicaciones y ha fallecido esta mañana en el centro sanitario emeritense. Horas después de que lo hiciera su madre. Los vecinos de la calle Panaderos quedan estupefactos.

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