Una visión empresarial en 'verde'

«Soy economista y me especialicé en economía regional, quizás porque Madrid me agobia, y porque por otro lado me gusta la economía social, no lo relacionado con los bancos o la bolsa, aunque no tengo nada en contra de la economía financiera», explica como declaración de principios esta madre minutos antes de intervenir en un congreso por videoconferencia.

María Isabel Sánchez Hernández estudió en la Universidad Autónoma de Madrid, luego hizo un máster sobre economía agraria en Aberdeen (Escocia), ha sido autónoma, ha trabajado en multinacionales, ha investigado, principalmente sobre la responsabilidad social corporativa, pero el último capítulo de su curriculum ha sido un premio concedido este pasado mes de junio. La Cátedra de Ética Económica y Empresarial de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Pontificia Comillas (Comillas ICADE) y Bankinter Consumer Finance, filial de consumo del Grupo Bankinter, le otorgaron a ella y a su compañera de la Universidad de Jaén, Francisca Castilla Polo, el primer premio de Investigación en Ética Empresarial.

El título, 'Antecedentes y consecuencias de la orientación internacional de las cooperativas agroalimentarias más reputadas de España e implicadas en la economía circular'. Lo han realizado entrevistando a gerentes a partir de un censo de la Confederación Empresarial Española de Economía Social, que de cien integrantes incluye tres cooperativas extremeñas (Agrupación de Cooperativas Valle del Jerte, Tomates del Guadiana y Acopaex).

Según esta profesora universitaria, «Extremadura se ha anticipado un poco en la estrategia de desarrollo sostenible porque aquí ha habido una industrialización fallida y tardía».

Teniendo paisaje y patrimonio, ahora sabe que es momento de aplicar recetas empresariales como rebajar el consumo de agua, ahorrar en energía o suprimir embalajes plásticos innecesarios, entre otras medidas. La pregunta es si este discurso 'verde' va en contra del viejo axioma empresarial de reducir costes y aumentar beneficios.

«Ya hay un movimiento de profesores –responde– que empieza a cambiar el discurso y que sabe que hay libros que aún están muy contaminados. Hay gente como yo que intentamos un camino diferente porque entendemos que la empresa necesita el beneficio económico, pero es que el beneficio social y ambiental es un medio para lograrlo», afirma.

Sin embargo, sabe que hay más actores en la economía circular que ella defiende. Si con las empresas ya observa que apuestan por la innovación y aprovechan el capital humano que sale de las facultades, en el caso de los consumidores también es optimista y cree que cada vez apreciarán más otros detalles en el producto más allá de un precio bajo.

Por último, las aulas, donde trabaja a diario desde hace dos décadas, también le sirven de termómetro. Dice que entre sus estudiantes va apreciando una evolución hacia una forma más social de abordar la actividad empresarial, aunque admite que aún queda camino por recorrer. «No todos los alumnos son igual de receptivos a mi discurso, depende de las titulaciones. En mi caso los más 'verdes' y 'circulares' son los de Relaciones Laborales, no sé si porque proceden de entornos más rurales, pero son más proclives a los cambios, que no solo pasan por preservar el medio ambiente sino también por garantizar unos salarios más justos. En cambio, en Económicas y Administración de Empresas ves perfiles más de economía 'marrón', en la que para algunos solo vale el beneficio caiga quien caiga».

Ella se considera una enamorada de Extremadura y una firme defensora del cooperativismo como forma de empresa, entre otras razones porque las decisiones se toman de forma democrática. La tendencia creciente a la exportación internacional cree que está haciendo que la región y su tejido productivo en el sector agroalimentario estén atravesando un buen momento.

En sintonía con esta reflexión, considera que el premio recién conseguido «es importante porque no es un discurso vacío, ya que creo que la docencia y la investigación deben tener sentido», señala.