«No tenemos otro sitio donde ir», dicen las familias acampadas junto a un arroyo en Los Santos

Varias familias de la zona portuguesa de Évora (Portugal), nómadas que se mueven por la región montando sus campamentos al aire libre, llevan semanas acampados en Los Santos de Maimona junto al conocido como puente de los tres ojos, construido sobre la carretera EX-101 y bajo el que pasa el arroyo Robledillo, que, cuando llueve fuerte sobre su cercano nacimiento, se embravece.

Las tiendas que ocupan estos ciudadanos lusos están muy cerca de esa zona y, aunque encauzada, puede en condiciones de mucha lluvia llegar a inundar la zona. Así se lo han hecho saber desde el Ayuntamiento a través de la Policía Local.

«Nosotros estamos aquí porque venimos a trabajar en la recogida de aceitunas; algunos de nosotros ya estamos haciéndolo y seguiremos después de estas lluvias», cuentan a HOY. Su intención es quedarse viviendo en las tiendas de campaña y en las oquedades de dos de los tres ojos del puente por donde no pasa el agua, hasta que acabe la recolección, allá por febrero. «No tenemos otro sitio donde ir, y si nos facilitaran una nave, aunque fuera en el campo lejos del pueblo, no tendríamos inconveniente en pagarla», aseguran.

Fuentes de la Policía Local han informado a este periódico que, tras decretarse la alerta amarilla por lluvias en la zona y la presumible crecida del arroyo, el miércoles les invitaron a que se fuesen a otro sitio.

«La policía fue muy amable diciéndonos que estábamos en peligro pero no tenemos otro sitio y, aunque a veces el agua corre más de prisa, no creemos que se nos vayan a inundar las tiendas», argumentan manteniendo firme su decisión de quedarse

Se alumbran con luces a base de batería y con las persistes lluvias la zona está llena de barro.

«Necesitamos zapatos, porque los que tenemos se nos calan; y algo de ropa; tenemos nuestras candelas encendidas para calentarnos y ahí hacemos de comer», señala una joven embarazada.

Entre los ocupantes de este campamento nómada hay muchos niños pequeños, casi bebés, mujeres, personas algo más mayores y jóvenes en plena edad para trabajar».

Disponen de una furgoneta y varios ejemplares de caballos que también usan para su desplazamiento en carros. Son nómadas pero ciudadanos de la Unión Europea y defienden su derecho a vivir de esta manera, al aire libre, en tiendas de campaña o debajo de un puente como es el caso.

En esta pasarela, según contó en una entrevista la matrona Carmen Justo, ella atendió a mujeres que dieron a luz en la época en que ella ejercía, allá por las décadas de los sesenta y setenta del pasado siglo.

Es habitual que las mujeres y los más pequeños pidan por las casas en el pueblo mientras tienen montado el campamento. Luego se marchan a otro lugar dejando muchas muestras de su paso por el puente.

El párroco de Los Santos, Leonardo Terrazas, se ha interesado por esta situación, al igual que el Ayuntamiento, y desde Cáritas les van a hacer llegar calzado y ropa. También el sacerdote les alertó del peligro que corren durmiendo en la orilla del arroyo Robledillo.

El Ayuntamiento de Los Santos insiste en que, a través de la Policía Local, les informa en todo momento, de forma presencial y particular, de las alertas meteorológicas por lluvias establecidas, del riego que conlleva para su seguridad estar acampados en ese lugar y de la conveniencia de trasladar el campamento a un sitio más seguro.

Hasta el momento no han seguido dichas advertencias, incluso han manifestado su intención de continuar en ese mismo lugar, que abandonarán si ven peligro, haciendo uso de su libertad.

Pese a todo, la Policía mantiene en todo momento la zona vigilada ante posibles incidencias.