El primer gran incendio del verano obliga al desalojo de 250 vecinos de Las Hurdes

Un nuevo incendio forestal se ceba con Las Hurdes. Las llamas que han afectado otra vez a la comarca cacereña más castigada por los fuegos en los últimos años han obligado a desalojar a más de 250 vecinos de seis poblaciones.

Tuvieron que abandonar sus casas durante la tarde de ayer los cerca de 80 habitantes de las tres alquerías de Nuñomoral evacuadas: Aceitunilla, Batuequilla y La Horcajada. «Estoy nerviosa, ha llegado la Guardia Civil y nos ha desalojado; hemos salido de casa con lo puesto», explicaba Adelaida Crespo, una vecina de Aceitunilla.

En la mayor parte de los casos, los desalojados se desplazaron a casas de familiares y amigos que residen en pueblos cercanos y seguros. El resto fueron hasta Montehermoso. «La gran cantidad de humo y las partículas en suspensión han motivado que se opte por un lugar más alejado, ya que hay mucha población vulnerable», indicaba cerca de las ocho de la tarde el alcalde de Nuñomoral, Juan Carlos Sendín.

Estaba previsto que las personas con una salud más delicada se alojaran en el hostal Las Minas y el resto pasaran la noche en el pabellón municipal de Montehermoso.

Más personas fueron evacuadas de las poblaciones afectadas por el frente norte del incendio. De Ladrillar, de una de sus pedanías, Cabezo, y de Riomalo de Arriba, alquería de Caminomorisco, salieron unos 170 vecinos. Algunos de ellos pasaron al provincia de Salamanca, a la población de Serradilla del Llano, que es la más próxima a la frontera.

El fuego se originó a las cuatro de la tarde. El rayo de una tormenta seca que cayó en la zona de El Cabezo, una elevación del terreno que separa la zona de Ladrillar de la de Nuñomoral y que tiene una gran masa forestal, fue el causante del primer gran incendio forestal del verano.

En las primeras horas, las llamas se dirigieron hacia la provincia de Salamanca, donde llegaron a entrar. En esos momentos fue cuando se tuvo que proceder a la evacuación de Ladrillar, Cabezo y Riomalo de Arriba.

Fue precisamente en Cabezo donde se vieron las imágenes más espectaculares, ya que las llamas alcanzaron algunas viviendas.

Sin embargo, con el paso de la tarde el viento cambió de dirección y se dirigió a las alquerías de Nuñomoral, lo que obligó a su desalojo. Incluso se valoró la opción de evacuar a los vecinos de Rubiaco, otra alquería de este municipio, pero se descartó. Aun así, sus habitantes permanecían intranquilos. «Estamos en manos del tiempo; nos han dicho que tengamos todo preparado porque el fuego puede llegar hasta aquí», afirmaba José Luis Montero, vecino de esta población.

No era el único.El nerviosismo era palpable entre las personas que se juntaban en las calles. Tanto Nuñomoral como Rubiaco estaban en vilo. En muchos momentos las llamas eran visibles desde las poblaciones y la noche se presumía larga y peligrosa. «Tengo dos niñas pequeñas y estoy en tensión; no sabemos si las llamas van a llegar al pueblo con el viento», narraba Silvia Martín, vecina de Nuñomoral.

En las labores de extinción ha participado 170 efectivos, según confirmó la Consejería de Agricultura, responsable del Infoex. A pocos minutos de las diez de la noche se retiraron los medios aéreos, que continuarán trabajando durante el día de hoy, y se mantuvieron activos sobre el terreno cuatro técnicos, dos agentes del medio natural, seis unidades de tierra y tres de maquinaria pesada.

La llegada de la UME (Unidad Militar de Emergencia) se esperaba para cerca de las once y media de la noche, ya que se desplazó desde Madrid con cien efectivos que ya desde hoy están colaborando en las labores de extinción. Así lo confirmaron ayer en el puesto único de mando que se instaló en Vegas de Coria.

Para poder solicitar la colaboración de la UME, la Junta de Extremadura declaró sobre las cinco de la tarde el nivel 2 de peligrosidad. Además, trabajaron para apagar las llamas efectivos dependientes del Ministerio de TransiciónEcológica, como las brigadas de incendios forestales (BRIF) de Castilla y León ubicadas en la provincia de Salamanca e igualmente se desplazó a Las Hurdes la BRIF Puerto el Pico de Ávila.

La evolución del fuego continuaba siendo desfavorable.

También Cruz Roja desplazó efectivos hasta Las Hurdes y desplegó una carpa destinada al avituallamiento del personal del Infoex y mantuvo activos a sus equipos en Nuñomoral, Montehermoso y Vegas de Coria para atender a los ciudadanos.

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