Ana Belén Rey, madre de familia y campeona del mundo
Extremadura en femenino ·
Natural de Brozas, viene de triunfar en el Campeonato Mundial CanoeSpring celebrado en PortugalJAIME PANADERO
Lunes, 3 de septiembre 2018, 07:47
Empezar a practicar un deporte por primera vez a los 40 años no es muy habitual entre la población, pero llegar a ser la mejor del mundo en una disciplina cuando la iniciación a ella ha sido tan tardía debe estar más cerca de lo heroico que de lo extraño.
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Ana Belén Rey Acuña ya puede presumir de ello. Natural de Brozas, Cáceres, transmite una vitalidad inusual a su edad. Viene de triunfar en el Campeonato Mundial CanoeSpring celebrado en Portugal, donde se ha colgado tres bronces y un oro.
ALGUNOS DATOS
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Nació en Brozas (Cáceres) el 3 de diciembre de 1969, pero ahora vive en Badajoz.
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Trabajó de administrativa, pero decidió dejarlo cuando llegó al mundo su primer hijo.
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Empezó a practicar este deporte en 2009, con 40 años, pero ya es campeona del mundo.
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Es madre de tres niños, Dimas, Rodrigo y Beltrán, que también practican piragüismo.
Durante toda su vida ha sido una apasionada del deporte, pero siempre lo había hecho por puro entretenimiento. A pesar de ser madre de tres niños, la maternidad no le impidió empezar a practicar piragüismo en 2009, con 40 años. De hecho, su hijo mayor, Dimas, fue el motivo por el cual se introdujo en este mundo.
«Si mis hijos no siguieran practicando piragüismo, a lo mejor yo tampoco estaría aquí», asegura
«Quería un kayak hinchable como regalo de comunión. Se lo regalamos con la condición de que hiciera un curso de iniciación para que aprendiera las nociones básicas», rememora la extremeña.
Lo llevó al Club de Piragüismo de Badajoz, donde ella tenía que esperar durante la hora que duraban las lecciones. «Pensé que era una tontería perder ese tiempo cuando a mí siempre me había gustado mucho el deporte». Y decidió ella también probar a subirse a una piragua.
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Vio que no se le daba mal y se lanzó también a competir. Desde entonces, no ha dejado de ganar. Casi un centenar de triunfos en campeonatos regionales, nacionales e internacionales le avalan.
Sus tres hijos también practican piragüismo, el 'deporte de la familia', como lo denomina ella. Es precisamente eso lo que le empuja a seguir compitiendo. «Lo compagino muy bien con la vida familiar. De hecho, si ellos no siguieran practicándolo, a lo mejor yo tampoco estaría aquí. Es mucho mejor ir a una competición si lo hacemos todos juntos», reconoce.
Su marido, Dimas Antúnez, es el único miembro que no compite. A él, sin embargo, lo que gusta es la fotografía. «Él también nos acompaña y hace fotos durante los campeonatos. Los que participan en ellos siempre están deseando que las suba a un perfil que tiene en las redes sociales», declara Ana Belén Rey.
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La mayoría de las competiciones a las que asiste la familia son en el país vecino. «Como tenemos una casa en Portugal y pasamos allí el verano, decidí buscar un club para no estar parada esos meses, y ellos fueron los que me llevaron a torneos nacionales e internacionales», asegura.
Aunque entrena en el Club de piragüismo de Badajoz, ella está federada en Portugal y representa sus colores. El próximo año volverá a inscribirse en la federación española, aunque su experiencia con esta institución no fue muy buena en el pasado. «No recibí buen trato por parte de ellos, en Portugal me han tratado mucho mejor, pero quiero volver para ayudar un poco al club», garantiza.
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En cuanto a su país de acogida, solo palabras de agradecimiento. «La cultura deportiva en Portugal es muy distinta a la de aquí. Allí hay mucho más respeto por los compañeros y no se permiten determinadas cosas», indica.
La exigencia y constancia en su preparación es lo que le ha llevado al éxito. Asegura que entrena cinco veces a la semana, y en ocasiones dobla su jornada: en el agua por la mañana y en el gimnasio del club por la tarde.
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«Por las mañanas dejo a los niños en el colegio y me vengo a entrenar. Luego los recojo cuando salen por la tarde y nos venimos los cuatro al club. Muchas veces no tienen ganas de venir, y yo lo entiendo después de todo el día en la escuela, pero lucho a diario para que sigan viniendo y no se queden en casa».
Escapar de la rutina familiar
Aunque no deja de ver a sus hijos ni durante los entrenamientos, admite que las características especiales del piragüismo le hacen escapar de la rutina familiar.
«En el agua, tengo que estar centrada en la técnica. Si, por ejemplo, me pongo a pensar en algo de los niños, doy una palada en falso y puedo caerme. Es un deporte que te obliga a desconectar por completo», manifiesta la palista.
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Su iniaciación tardía en esta disciplina aumenta aún más su mérito. «El equilibrio en la piragua se gana de pequeño, por eso tengo que pelear mucho más que el resto. En los días que hace viento sufro mucho por no caerme», señala.
Por esa razón, reconoce que se arrepiente de no haber empezado antes, porque sus resultados habrían sido aún mejores. «Creo que habría llegado muy lejos, porque si en solo nueve años he conseguido esto... Pero luego lo pienso y habría sido imposible, porque donde yo vivía no hay río, ha sido la vida la que me ha traído hasta aquí», apunta.
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A pesar de ello, recomienda a todo el mundo empezar a hacer ejercicio, independientemente de su edad: «El deporte es vida. A las personas sedentarias se les nota que están envejeciendo a marchas forzadas cuando llegar cierta edad».
La cacereña asegura que el piragüismo le ha hecho desarrollarse «física y personalmente» y que también ha inculcado valores muy positivos en sus hijos: «Ellos están muy preparados. Han aprendido el sacrificio, el compañerismo, el trabajo en equipo... Y físicamente están al 100%».
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Ella se ha enamorado, ya de adulta, de este deporte, aunque confiesa que le gusta más aún el surfski, una modalidad del piragüismo en aguas abiertas y con distancias mucho más largas. Es en esta disciplina donde realmente domina la extremeña.
Sin embargo, por muchos campeonatos y medallas que gane, no tienen su recompensa de forma económica. «De esto es imposible vivir. Ahí tienes a Saúl Craviotto, que sigue trabajando de policía», sentencia.
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