Guardiola afronta en solitario su segundo debate sobre la región, donde debuta Gallardo

Un año después, y en el ecuador de la legislatura, Guardiola afronta su segundo debate, que se celebrará a partir de hoy, pero en su entorno la situación es muy diferente: Vox ya no forma parte de su Ejecutivo autonómico, de modo que el Partido Popular llega con un gobierno en minoría (lo que le ha impedido aprobar los presupuestos de 2025) y con tres grupos en la oposición, donde además se estrena como líder del PSOE Miguel Ángel Gallardo, diputado desde hace pocas semanas con la 'mochila' del caso David Sánchez. En este contexto, el ambiente se prevé el más caldeado de los últimos tiempos en la Asamblea de Extremadura.

El debate sobre el estado de la región comenzará a las 18 horas con la única intervención sin límite de tiempo de la presidenta de la Junta. Valorará sus dos años de gobierno y adelantará algunas medidas para lo que resta de legislatura. Sacará pecho, según ha dicho el portavoz regional del PP, José Ángel Sánchez Juliá, de un balance que califican de positivo por «las medidas fiscales aprobadas, la reducción de la espera en dependencia, la bajada del paro, el aumento de las exportaciones, la ampliación de las plantillas docentes o la retención de los MIR», como hoja de servicio más destacada.

Los populares consultados, de hecho, consideran que el de 2025 es el debate «más importante» al que deberá hacer frente Guardiola, por varios motivos: porque dos años después de alcanzar la Junta ya tiene un bagaje que exponer; porque al estar en el ecuador de la legislatura es el momento de lanzar medidas que asienten su proyecto político; y, en tercer lugar, porque lo hace en solitario, sin el colchón de Vox.

En estas circunstancias, adelantan que la intervención de la presidenta de la Junta será más extensa de lo habitual, para dar cuenta de su «hoja de resultados», insistir en que Guardiola «cumple y tiene palabra», y porque se avanzarán algunas medidas tanto de índole económica, para hacer frente a los desafíos de Trump que afectan a las empresas extremeñas, como de tipo social, una agenda que el PP se propone intensificar hasta 2027 para demostrar que con ellos «se fortalecen los derechos sociales».

Al otro lado, tendrá en contra esta vez a los tres partidos de la oposición, PSOE, Vox y Unidas por Extremadura, que intervendrán ya en la jornada de mañana. Pese a lo alejado de sus postulados ideológicos, lo harán bajo un denominador común: la crítica a la «inacción» del Gobierno del PP, al que achacan desde la falta de agenda diaria hasta la puesta en marcha de medidas de verdadero calado transformador para Extremadura.

Para los socialistas, «la región vive una legislatura perdida, sin hoja de ruta, sin proyecto y sin ideas», y el resumen es que la comunidad «está hoy peor que hace dos años», en palabras de su portavoz parlamentaria, Piedad Álvarez.

Unidas por Extremadura espera, por su parte, poco de una cita que cree que solo servirá «para que Guardiola venda marketing político y postureo», a juicio de la presidenta del grupo, Irene de Miguel.

Y Vox, que se estrena como partido de oposición en un debate sobre el estado de la región, se reafirma, con su habitual tono de dialéctica dura, en criticar al PP por «aplicar políticas continuistas del antiguo Ejecutivo socialista, desperdiciando la oportunidad de impulsar un verdadero cambio en la región», según el presidente del grupo parlamentario, Ángel Pelayo Gordillo. El partido de Abascal echa en falta «acabar con los chiringuitos y el despilfarro» de la Administración extremeña.

En el apartado propositivo, Vox planteará medidas ideológicas en cuanto a identidad nacional y gastos superfluos; Unidas por Extremadura ha anunciado que pedirá la creación de una oficina antifraude para evitar la corrupción en los concursos públicos que dependan de la Administración regional; y el PSOE ha avanzado que hará propuestas en vivienda, educación, sanidad, infraestructuras y mundo rural, entre otras, «como alternativa a la parálisis institucional del actual Gobierno», insisten.

De ello se ocupará por primera vez el secretario general del PSOE. Miguel Ángel Gallardo se estrena realmente en un cita importante en el «templo de la palabra», como definió al Parlamento, y podrá debatir cara a cara con la presidenta de la Junta, confrontar proyectos y políticas y, en suma, tratar de convencer no solo de que los socialistas tienen opciones de volver a gobernar la Junta, sino de que él es el líder adecuado, después de dos victorias en primarias de su partido.

Lo deberá hacer en un contexto adverso: afectado por el caso David Sánchez y en las últimas fechas, además, rodeado por los ecos de Cerdán, Ábalos y Koldo que a buen seguro también resonarán desde hoy en la Asamblea.