El peñista extremeño muerto tras la gabarra también estuvo el sábado en la final de Sevilla

Toda esta felicidad que desbordó no solo una ciudad, sino a una comunidad y a seguidores de toda España, se tiñó tristemente de luto tras la muerte de uno de los suyos. Gerardo Flores se había desplazado desde Extremadura hasta Bilbao para celebrar en este día histórico después de haber disfrutado de la final en Sevilla.

El fallecido era presidente de la peña Athletic Club AGLA de Montijo, que se constituyó en noviembre de 2021 para reforzar su sentimiento por el club vasco. Es una peña que cuenta actualmente con más de 30 socios y se reúne en el bar-restaurante New Stadium, en la Avenida de la Estación, donde ven los partidos televisados.

Además, Flores, jubilado recientemente, era un activo delegado de las agrupaciones de la zona suroeste desde hace muchos años, área que abarca las provincias de Huelva, Cádiz, Sevilla, Badajoz y Cáceres. Según cuenta Juan Romero, presidente de la otra peña de la localidad extremeña, la Montijana, durante su vida laboral se dedicó a reponer piezas mecánicas en un concesionario de Renault, para trabajar posteriormente en el sector del comercio. «Era muy trabajador y se desvivía por el Athletic, que era su gran pasión», apunta.

Sentimiento athleticzale heredado por su padre y que compartía con muchas personas en su ciudad, hacia un club con «mucho tirón» allí, comenta Romero.

La clasificación del Athletic Club para la final de Copa del Rey contra el Mallorca conformaba una nueva oportunidad para romper con 40 años sin celebrar un título de esta envergadura, y Flores no faltó a la cita para arropar a los suyos. El sábado pasado, día de la final, estuvo alentando a su querido club en el estadio La Cartuja, de Sevilla, que se resolvió con unos penaltis culpables de dibujar la sonrisa de los 'leones'. Desde ese sábado, todos los días han arrastrado el júbilo por la victoria, pero el jueves ese éxtasis alcanzaría su punto álgido con el momento más esperado, el del paseo por la ría en Gabarra 40 años después de la última vez.

El presidente de la peña no vaciló en recorrer por carretera los casi 700 kilómetros que separan Montijo de Bilbao para participar en la fiesta de la gabarra; lo harían desde un balcón cercano a la ría en el que colocaron una bandera de su peña.

Concluida la celebración, se dirigió a las inmediaciones de San Mamés, donde permanecían aparcados los autocares de las peñas. Cuando se disponía a montar en el autobús para volver a su casa, repentinamente se sintió mal. Trataron de reanimarle, pero desgraciadamente falleció. «Era un hombre muy del Athletic y muy querido», dicen desde el club bilbaíno, que ha lamentado su fallecimiento a través de un mensaje en redes sociales.

La noticia ha sido dura, pues no podía terminar de peor manera lo que en principio esperaban que se convirtiera en un grato recuerdo para toda su vida. «Es un palo muy gordo. Estuve muy cerca de él en la final de Sevilla», lamenta Romero, quien compartió mas de veinte años con él en la peña Montijana, antes de que el fallecido asumiera la presidencia de la peña Athletic Club AGLA de Montijo.

Sin duda, un trágico y repentino final para la vida de esta persona, no así para su historia de amor con unos colores a los que siempre quedará ligado.