Gallinas confinadas por la gripe aviar

La gripe aviar es una enfermedad contagiosa que afecta a todas las aves y se transporta de un lado a otro del mundo con las migraciones que hacen en las distintas épocas del año en busca de zonas más cálidas. Puede infectar a las aves de corral domésticas (su mortalidad es muy alta cuando la tienen) y a otras aves. En cambio, es muy difícil que pase a personas.

Ha sido detectada en tres gansos y una garza en La Laguna del Oso (Ávila), en cinco gansos salvajes muertos en la laguna abulense de El Bohodón y en una granja de pavos en Fuenterrebollo (Segovia), que tiene 18.900 animales. También en una cigüeña en Palencia.

Además, se han comprobado más casos en una granja de pavos de Óbidos, al oeste de Portugal. Igualmente se comprobó su existencia en una cigüeña y cuatro cisnes encontradas muertas en Soses (Lérida). Días después aparecieron con la enfermedad otras trece aves salvajes más.

El servicio de Sanidad Animal del la Consejería de Agricultura ha enviado a las oficinas veterinarias de zona una circular en la que se traslada por parte del Ministerio de Agricultura la obligatoriedad de aplicar en todo el país medidas de bioseguridad. Entre ellas hay varias que vinculan a las explotaciones de gallinas camperas y a las granjas cinegéticas de aves.

La restricción más llamativa es que queda prohibida la cría de aves de corral al aire libre.

No obstante, se apunta en el escrito que, si no es posible por el tamaño de la explotación, se podrá autorizar el mantenimiento de las aves al aire libre mediante «la colocación de telas pajareras o »cualquier otro dispositivo que impida la entrada de aves silvestres y siempre que se alimente y abreve a las aves en el interior de las instalaciones o en un refugio que impida la llegada de aves silvestres y evite el contacto de estas con los alimentos y el agua destinadas a las aves de corral«.

Evitar el contacto entre aves domésticas y salvajes en comederos y bebederos es fundamental, insiste Antonio Cabezas, director general de Agricultura y Ganadería de la Junta. «Hay que tener tranquilidad porque hacemos muchas muestras y no hemos detectado ningún caso en Extremadura pero junto a ese mensaje debe trasladarse otro: hay que extremar la vigilancia», subraya Cabezas a HOY.

También queda prohibido dar agua a las gallinas y otras aves de corral de depósitos a los que puedan acceder aves silvestres, salvo en el caso de que se trate esa agua para inactivar el virus de la gripe aviar.

Los depósitos instalados en el exterior por motivos de bienestar animal deben quedar protegidos contra las aves acuáticas silvestres.

Al mismo tiempo, queda prohibida la cría de gansos y patos junto a gallinas según la instrucción traslada a las distintas áreas veterinarias de la comunidad autónoma.

En Extremadura hay un sistema de vigilancia para detectar la entrada de algún ave enferma. Se vigilan lagunas y humedales y se analizan los animales enfermos o muertos para descartar el virus.

En la comunidad autónoma se han señalado específicamente unas zonas de especial vigilancia (ver cuadro adjunto) para la detección de la gripe aviar. Son áreas con presas, charcas y láminas de agua significativas aunque el control y la alerta abarca a todo el territorio.