A finales de octubre se retoma la caza en Monfragüe con sociedades locales

La Junta insistió ayer, en el transcurso de la reunión del Patronato de Monfragüe, que está justificada la nueva forma, la tradicional, de control poblacional de ungulados ante un exceso de su censo animal salvaje. Se autoriza la caza sin perros, y sin fines comerciales ni económicos en las fincas solo de titularidad pública.

Para los ecologistas, la densidad de ciervos y jabalíes no es tan alta dentro del Parque como para modificar su método selectivo de control. Y tienen claro que más pronto que tarde, con un Gobierno regional en manos de PP-VOX, «los perros volverán con los cazadores, y en finca públicas como privadas»

Quien afirma esto es Marcelino Cardalliaguet, delegado de SEO Birdlife en Extremadura. «Es una decisión que no se basa en cuestiones técnicas, lo ha quedado claro el director general (de Sostenibilidad, Germán Puebla). Él es cazador y le gusta la caza. Se agradece su sinceridad pero esa afición no puede justificar una medida de este tipo», expresó ayer a HOY.

Fue uno de los asistentes a la reunión del Patronato, en el que se hizo balance de la campaña pasada de control cinegético y se aprobó la que comienza ahora, con cazadores de nuevo sobre las fincas de Monfragüe.

En ese encuentro se presentó, de un lado, el informe final del programa de acción selectiva de las poblaciones de ungulados silvestres 2022-2023. O sea, los resultados del segundo año en el que se eliminaron jabalíes y ciervos en Monfragüe a través su captura en jaulas o cercones (recintos cerrados, usualmente de en torno a una hectárea). Los animales son atraídos con comida, y una vez atrapados, se les dispara con bala cautiva (el arma tiene un pistón que daña el cerebro).

Como adelantó HOY el pasado 24 de septiembre, el plan selectivo del último año mandaba eliminar a 564 jabalíes para frenar la superpoblación y a 418 ciervos. Se sacrificaron 524 (el 93%) y 261 (62%), respectivamente.

«Estos datos, según se ha determinado en el Patronato, justifican el uso de nuevos métodos de control poblacional, en este caso mediante la actividad cinegética, ya que los actuales se han demostrado insuficientes», indica ayer en nota de prensa la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible.

«Son unas cifras menores a las esperadas ya que, por ejemplo, la población de jabalíes superaba al inicio de campaña los 1.000 animales», agregó Agricultura.

Ayer, el Patronato, por mayoría de sus miembros (lo rechazaron los ecologistas) aprobó el nuevo plan selectivo contra el exceso de población de ungulados. El que supone el del regreso de la caza, sin ánimo de lucro ni deportiva, solo para el control cinegético.

Se comenzará a poner en marcha con sociedades locales de cazadores, con grupos de unos 20 o 30 batidores.

El objetivo es conseguir «el necesario equilibrio ecológico» para evitar daños en la flora y fauna y «también para proteger al ganado de los efectos que pueden suponer algunas especies, como los jabalíes, en la sanidad animal, al ser transmisores de enfermedades como la tuberculosis que pueden llegar a constituir un verdadero problema de salud pública», esbozó Agricultura.

Para los ecologistas, la recuperación de la caza tradicional no está justificada en el Parque Nacional extremeño. «Solo llevamos dos años con el sistemas de las trampas y los resultados son bastante buenos. Eso en primer lugar», agregó Cardiallaguet, de SEO Birdlife.

«En segundo lugar, no hay una necesidad límite de incrementar los cupos para eliminar ciervos porque el problema no es de densidad en todo el Parque Nacional sino en algunas zonas, y sobre todo, el problema es en el entorno el parque», finalizó.

La Junta dará en próximos días los detalles de las fechas en las que permitirá la caza.