Extremadura reacciona contra el abuso de las bebidas energéticas entre jóvenes y adolescentes

Perjudican la salud y crean adicción. Son los efectos de uno de los productos que se han abierto un gran nicho de mercado entre  niños, adolescentes y jóvenes. Dos, tres e incluso más latas al día... Las bebidas energéticas forman parte de la 'dieta' de muchos menores extremeños, con un consumo creciente que en otras comunidades ha hecho reaccionar a los pediatras y a las administraciones públicas.

En Extremadura, alza la voz contra este tipo de productos estimulantes e hipercalóricos la asociación Afaval Extremadura. Taquicardias, ansiedad, irritabilidad, diarrea o problemas para dormir son solo algunos de los efectos que, según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutricional (AESAN), puede provocar el consumo excesivo de estas bebidas, promocionadas por muchos 'youtubers' en sus vídeos. Unas consecuencias que se vuelven aún más perjudiciales cuando el líquido se mezcla con alcohol o alguna droga como la 'cocaína rosa', el cóctel que mató a un menor de 14 años en Getafe.

'No me dan alas' es el título del cortometraje creado por Afaval, y subvencionado por la Consejería de Salud. El vídeo de YouTube que acompaña esta información pretende alertar a los jóvenes sobre los efectos nocivos que acarrea el consumo de bebidas energéticas en la salud del organismo.

La campaña trata de informar y concienciar sobre los efectos d elas «mal llamadas bebidas energéticas» y que en ocasiones favorecen conductas de riesgo, advierte el colectivo. «Contienen una mezcla de compuestos que incluyen la cafeína, gloturonolactona y diferentes vitaminas, extractos de hierbas como el 'ginseng' o la guaraná y grandes cantidades de azúcar. Es decir, el riesgo no reside únicamente en sus componentes sino también en las altas concentraciones de los mismos».

El cortometraje pretende llegar al mayor número de personas posible y se proyectará en los talleres de prevención de conductas adictivas que realiza Afaval en los centros educativos de Extremadura.

También se buscará sensibilizar e informar a educadores y familias. Se hará a través de charlas durante el curso y con el reparto de folletos en las aulas.

Considera Afaval que la presencia de este tipo de bebidas en supermercados, tiendas de golosinas, bazares y otro tipo de establecimientos favorecen la normalización de su consumo, haciendo que lleguen más fácilmente a los menores de edad. 

Un informe elaborado por el Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones, dependiente del Ministerio de Sanidad, muestra cómo ha sido el aumento del consumo en los últimos años. Frente al 11,6% que registraron hace cinco años, en 2023, el número de personas que ingirieron este tipo de productos se sitúa en un 25,8%. Aunque los hombres continúan siendo los que más las toman, el porcentaje de mujeres que las toma también se incrementa, un 14,7% y 8,4% respectivamente.

Las estadísticas también muestran que son los jóvenes, de entre 15 y 24 años, son los que más beben estos cócteles energéticos, un 37,8% lo hace de manera habitual. Destaca el porcentaje relativo a los chicos de 18 años, ya que casi el 60% ingiere estos productos. A esta edad, también han registrado el mayor consumo en las mujeres, aunque menor al de los hombres (44%).

Otro de los fenómenos sobre el que los expertos y el Gobierno están preocupados es el incremento del consumo de bebidas energéticas mezcladas con alcohol. Casi el 20% de los jóvenes suele ingerir este mix cuando sale de fiesta, a pesar de los peligros que conlleva.

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