Trabajar con mayores / trabajar con niños

Miércoles, 7 de septiembre 2022

  1. María Muñoz Bigeriego | Coordinadora de las Escuelas Deportivas de Mayores de Badajoz

    «Estar con mayores es mi vida y algunos están muy solos»

Vídeo. María Muñoz con los participantes en un torneo de petanca en Badajoz. J. V. Arnelas

María Muñoz llega a supervisar un torneo de petanca que se está celebrando en el parque del Guadiana, en Badajoz. Hay 30 jubilados participando y ... todos la saludan, pero no como a una más, todos la tratan como si fuese una hija, de su propia familia. Ella les responde igual, pregunta por sus nietos, por sus achaques, por sus vacaciones e incluso les riñe con cariño. Es coordinadora de los deportes para mayores en el Ayuntamiento pacense, pero ha convertido su empleo en su pasión.

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«Trabajar con mayores es mi vida. Yo me voy a la playa y llamo a 12 ó 15 porque hay personas que lo están pasando mal en la vida. Los hay que están solos. Yo quiero que estén más activos, que disfruten de la vida».

María Muñoz Bigeriego entró a trabajar en el Ayuntamiento de Badajoz como monitora de aeróbic de la Fundación Municipal de Deportes. Tras 11 años en este puesto pasó a colaborar en el área de Mayores. Actualmente es coordinadora de las actividades deportivas de los mayores en Badajoz, pero si le preguntan a cualquiera de los participantes, María es mucho más.

Esta pacense les felicita en sus cumpleaños, les llama por teléfono si faltan las actividades, les anima cuando están deprimidos y así cada día. Durante la pandemia se hizo una lista de los mayores y hacía hasta 80 llamadas al día. Además se ocupó de que recibiesen vídeo de sus monitores para que hiciesen ejercicio en sus casas.

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«Conmigo ellos han decidido que soy su persona de confianza. Me cuentan sus problemas personales, familiares. Acabo de venir hablando por teléfono con uno que debería estar jugando aquí el torneo, pero está ingresado en el hospital. Para ellos es fundamental tener un vínculo y que se preocupen por ellos».

Esta empleada del Ayuntamiento explica que hace 16 años los responsables municipales quisieron incentivar el deporte para mayores. «Ynadie quería cogerlos, así que lo hice yo». Así descubrió que trabajar con ellos es su vocación. «Me gustó desde el principio y creo que hemos conseguido mucho. Yo lo cogí con 300 mayores haciendo ejercicio y ahora son más de 2.000».

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Y María Muñoz los conoce a todos. «Conozco más a los que doy clase, que con unos 1.000, pero los coordino a todos».

«Hacer ejercicio para los mayores es calidad de vida y necesitan saber que nos preocupamos por ellos»

En los 16 años desde que María Muñoz comenzó en este programa, ha cambiado mucho. Se han creado las Escuelas Deportivas de Mayores, una de las actividades más demandadas por los jubilados en la capital pacense. Pasaron de ser reticentes a participar, a que estas actividades son el centro de su ocio y de su forma de relacionarse.

«Está comprobado, el mayor, cuanto más se mueve, tiene más calidad de vida. No es algo que lo diga yo, está comprobado. Una fase que yo siempre digo:escalón que bajan, escalón que no vuelven a subir. Por eso intentamos que nunca bajen un escalón». explica María Muñoz.

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Esta monitora asegura que el cambio en los mayores que hacen deporte es muy marcado, lo ha visto en cientos de casos que se han animado a participar en las actividades, ya sea gimnasia de mantenimiento, petanca, tai chi, tenis de mesa, zumba o pádel, entre otros.

«El deporte les mejora la parte física y la parte psicológica. En la parte física pasan de no poder abrocharse, peinarse o atarse los cordones a ser capaces, tener agilidad, coger a los nietos. Y en la parte psicológica el cambio es evidente», dice María mientras señala las bromas que se hacen los que compiten en el torneo de petanca.

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María siempre ha vivido en Extremadura y así quiere seguir. «Tengo una casa en la playa y todo el mundo me dice: vete cuando te jubiles. No, no. Iré un tiempo, pero yo soy de Badajoz totalmente. Me gusta mi ciudad».

  1. Marta Robles Torres | Propietaria de la guardería Grumete, en Badajoz

    «Trabajar con niños es despertarse con ganas de ir a tu puesto»

Vídeo. Marta asegura que trabajo en la guardería es vocacional y disfruta ejerciéndolo. J. V. Arnelas

«Trabajar a diario con niños es maravilloso. Es despertarse con ganas de ir al trabajo y tienes a los niños con una sonrisa siempre. Merece la pena». Así de claro lo tiene Marta Robles Torres, de 32 años. Una joven de Badajoz que ha montado su propia guardería en su ciudad.

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Marta tiene claro que trabajar con niños es su vocación, pero encontró su profesión por casualidad. Comenzó a estudiar una ingeniería. «Me gustaba mucho, pero no me veía como ingeniera. Me gustaba el tema de los coches, pero para mí. Fue mi abuela la que me dijo que, si me gustaban los niños, que porqué no estudiaba educación. Al final, gracias a mi abuela, monté esta guardería y me dediqué a los niños».

Sin oposiciones

Siguiendo ese impulso estudió Magisterio en Badajoz, con la especialidad de inglés. Cuando terminó, como muchos de sus compañeros, no sabía si ponerse a estudiar unas oposiciones. «Todo el mundo que decía, estudia las oposiciones, busca trabajo y prepárate para el examen. Pero yo veía que amigas mías se pasaban años echando currículos y estudiando para nada. No les salía. Al final, hablando con mis padres, fueron ellos los que me propusieron montar una guardería. Al final, en lugar de estar ocho años de oposiciones, decidí invertirlos en mi trabajo».

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Ocho años son los que hace que abrió la Guardería Grumete, un centro educativo en el centro de Badajoz, cerca de la estación de autobuses de la ciudad. Se trata de una guardería pequeña, con solo dos trabajadores, pero Marta Robles está feliz y orgullosa. «Ha sido muy bonito. Gratificante. Estoy trabajando de algo que me gusta y es mi negocio».

Los inicios no fueron fáciles. «Tuvimos que captar clientes, mover muchísimo papeles, no hay ayudas... Pero al final bien, aunque con el apoyo de mis padres».

Esta extremeña admite que, aunque le gusta su trabajo, emprender no es un camino fácil. «Tienes que estar detrás de subvenciones que al final no te dan. El pago de los autónomos, los gastos... Lo peleas, lo luchas y solo se consigue con empeño y mucho trabajo».

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Marta explica que trabajar con niños, para ella, es maravilloso, y que crea una relación muy especial entre la cuidadora y los menores, pero también con las familias. «El principio de curso es complicado, la adaptación. Y a los padres al principio les cuesta dejar a los niños porque no nos conocemos. Todo es boca a boca, suelen venir recomendados por un padre, un vecino, un amigo y al final todo va bien».

«Si el trabajo me lo permite, que no es fácil, me gustaría seguir viviendo en Extremadura»

«Esto es como una pequeña gran familia porque no somos como las guarderías grandes. Aquí hay 15, 20 niños y al final son como tus hijos», añade esta emprendedora que admite que es duro cuando los menores pasan al colegio y dejan la guardería.

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A sus 32 años, y aunque las condiciones para su generación no son las mejores actualmente, a Marta Robles le gustaría seguir en su tierra. «Si las cosas van bien y las 'guardes' siguen, me gustaría vivir aquí. Siempre y cuando el trabajo lo permita porque nos lo están poniendo muy complicado».

El condicional que señala esta empresaria se debe a que los centros privados para niños de 0 a 3 años están en peligro en la comunidad extremeña. Algunos han cerrado este año y auguran que muchos más les seguirán Esto se debe la Junta de Extremadura está extendiendo la implantación de aulas de 0 a 3 en los colegios públicos y de forma gratuita.

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Esta joven sabe que, en el futuro, quedarán pocas guarderías privadas en la región. «Estamos a ver quién aguanta».

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