Uruguay, Arabia Saudí y Cabo Verde, rivales de España en el Mundial
Antigua Comisaría de Cáceres en donde los agentes que estaban en ella en 1984 resolvieron el caso. HOY
Crónica Negra en Extremadura

El terrible caso del 'sádico de Cáceres'

El 16 de mayo de 1984, junto a un molino en ruinas de la Ribera del Marco, fue hallado el cuerpo semidesnudo de una joven de 16 años. Tenía golpes, quemaduras y la señal de una cuerda en el cuello. Su verdugo creyó que la había matado... pero se equivocó

Sergio Lorenzo

Cáceres

Sábado, 8 de abril 2023, 08:08

En su despacho, en la parte trasera del Gobierno Civil, el comisario Francisco Turégano se atusó con la mano derecha su enorme bigote a lo ... José María Íñigo, el televisivo presentador de moda. Solo llevaba un mes en el puesto. Era de Cáceres y estaba contento de haber dejado Madrid para vivir en la ciudad en la que nació. Lejos quedaba el estrés de otros destinos, como Las Palmas, o el miedo a ETA en Rentería. Por fin estaba en su ciudad, disfrutando de su familia y de su Club Deportivo Cacereño. Todo parecía tranquilo hasta que llamaron a su puerta del despacho la mañana del 16 de mayo de 1984, miércoles.

Publicidad

–Con su permiso, señor comisario –dijo el agente.

–Sí. Pase y cuénteme.

–Hay un asunto serio. A las siete de esta mañana han encontrado junto al molino en ruinas de la Ribera del Marco, el cuerpo casi desnudo de una muchacha, sin ropa interior. Tenía los pechos quemados con cigarrillos, golpes por todas las partes del cuerpo, y en el cuello marcas de una cuerda. Le han intentado asfixiar...

–¿Pero está muerta? –Quiso saber enseguida el comisario.

–No. Pero está muy mal. El desalmado que lo ha hecho seguramente pensó que la había matado, pero milagrosamente ha conseguido sobrevivir aunque la han encontrado con síntomas de congelación, porque ha debido de pasar allí la noche y ha hecho bastante frío, se ha llegado a los 4 grados y estaba sin ropa. La persona que la encontró al pasear por allí, dio aviso inmediatamente y ahora está en la Residencia.

–Reúna a todos los agentes de los que disponemos. Que dejen de vigilar a los camellos que aparcan coches en la Plaza Mayor, que peinen bien la zona en la que ha sido encontrada, que se pongan a averiguar todo sobre ella: con quién estuvo el día anterior, si tiene novio, su familia... ¡Qué averigüen todo lo que puedan! Tú y yo vamos a la Residencia, a ver si podemos hablar con ella.

Publicidad

El terrible caso del 'Sádico de Cáceres'Ver 12 fotos

Francisco Turégano cuando tomó posesión del puesto de comisario de la provincia de Cáceres. HOY

En la Residencia del Seguro de Enfermedad, que así se llamaba entonces al Hospital San Pedro de Alcántara, el director le dijo que la muchacha se estaba recuperando, pero que aún no podía hablar con ella. «No dice nada. Está muy asustada. Lo que sí le puedo decir es que no hay signos de violación, y una cosa importante: Está embarazada de cinco meses. Seguramente perderá al bebé porque le han pateado el vientre. Es donde tiene más golpes».

Para el comisario el principal sospechoso pasó a ser la persona que la había dejado preñada. Preguntó a los agentes que llevaban la investigación y le dijeron algo que le llamó la atención: la joven tenía 16 años, pero no se le conocía novio. No salía con amigas. Era la mayor de seis hermanos. Le extrañó la actitud del padre, que no se separaba de la cama de su hija: un albañil de 41 años, con antecedentes penales. En 1970, con 27 años, trabajó en las obras que Pinilla hacía en la Universidad Laboral. Robó 7.900 pesetas de entonces. El jornal de sus compañeros.

Publicidad

Al pedirle que le contara qué había hecho el martes 15 de mayo, le respondió que había intentado buscar trabajo, porque estaba en paro. Por la tarde llegó a su casa y le preguntó a su mujer por la niña. Como vio que se hacía de noche y no llegaba, preguntó a familiares y llamó a la Residencia para saber si le había pasado algo. Los familiares apoyaron su versión. Dijeron que estaba muy afectado porque quería mucho a la niña. Toda su historia empezó a derrumbarse cuando un agente se fijó en que tenía un pequeño arañazo en el cuello. Supieron que era alcohólico y que iba a los bares con su hija, con la que se mostraba muy cariñoso. Le detuvieron el viernes 18. A las pocas horas confesó.

Portada del Diario HOY del 22 de mayo de 1984. HOY

Mantenía relaciones sexuales con su hija, bajó amenazas, desde que ella tenía 14 años. Al conocer que estaba embarazada y que todo iba a saberse, no se le ocurrió mejor cosa que matarla. La tarde del crimen quedó con ella en el molino de aceite en ruinas de la Ribera del Marco, que ahora es el Centro de Interpretación Joven. Le dijo que allí una mujer le iba a practicar un aborto, pero no llegó nadie. Bebieron peppermint y le obligó a mantener relaciones sexuales. Le dio un pitillo y cuando fumaba, por la espalda, le apretó el cuello con la cuerda de la capucha del anorak que llevaba. No dejó de apretarle, mientras ella echaba espuma por la boca. La tiró al suelo y la golpeó con un ensañamiento bestial. Para cerciorarse de que estaba muerta le quemó con un pitillo los pechos. Le quitó la ropa para que pareciera que la habían violado y se marchó.

Publicidad

El caso conmocionó a Extremadura. Los periódicos dieron amplia información del suceso, que fue bautizado como el caso del 'sádico de Cáceres'. Cuando la Policía le llevó ante el juez el lunes 21 de mayo, cerca de 40 personas intentaron lincharle. Fue juzgado y condenado a 24 años de cárcel.

La hija pudo recuperarse totalmente. Llegado el término de su embarazo dio a luz una niña que nació muerta.

Notas

El verdugo: Santiago M. G. murió dieciocho años después del crimen, el 22 de noviembre de 2002. Tenía 59 años.

Publicidad

El comisario: A los diez meses de detener al 'sádico de Cáceres', Francisco Turégano Valiente fue ascendido a comisario de Badajoz. Tras jubilarse ejerció como delegado del Club Deportivo Cacereño, su querido equipo. Falleció el 10 de agosto de 2005, a los 68 años.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Primer mes sólo 1€

Publicidad