El Guadiana a principios del siglo XX. HOY

El asesinato de tres niños en Badajoz que recorrió España en el año 35

CRÓNICA NEGRA EN EXTREMADURA ·

La ciudad de Badajoz quedó conmocionada por la bautizada por la prensa de la época como 'Tragedia del Guadiana' de la que nunca se pudo saber la causa

Sábado, 24 de diciembre 2022

Hay crímenes ocurridos en Extremadura que han saltado a la prensa de toda España, e incluso cuentan con reseñas internacionales. Muchas veces esas delitos han ... provocado que los periodistas de otras regiones tengan que aprender a colocar ciertos lugares en el mapa. Eso ocurrió con un rincón de Badajoz, el canal de los Ayala, que fue rebautizado en 1935 como el escenario de la Tragedia del Guadiana. Tres niños fueron asesinados.

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El suceso tuvo lugar el 21 de junio de 1935 y nunca se supo la causa. Josefa B. A., una vecina de Badajoz de unos 30 años, paseaba por el río con tres de sus seis hijos. Eran los más pequeños: Elena, de seis años, Francisco, de cuatro, y Pepito, de solo cuatro meses.

Varios vecinos la vieron pasear por los alrededores de la llamada Fábrica de la Luz (una productora de energía eléctrica) y por unas casetas de baños que había entonces en la zona, ya que era habitual bañarse en el Guadiana durante el verano. Pasadas las diez y media de la mañana, la joven madre subió al pretil junto a sus hijos. Empujó a los dos más mayores al agua y luego se lanzó al canal con el bebé en brazos.

El canal de agua al que cayeron los cuatro unía la Fábrica de la Luz con el Guadiana. Era la salida de la corriente que llegaba desde el río Gévora y que servía para mover las turbinas y producir energía. Eso provocaba que, si alguien saltaba al canal, acabase en la corriente del río principal,

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Varios bañistas que estaban disfrutando de nadar en el Guadiana vieron poco después a una mujer dentro del agua y dieron la voz de alarma. Avisaron a los barqueros que ganaban dinero cobrando por cruzar el río y a un guarda municipal. Entre todos fueron capaces de localizar y sacar del agua a la mujer.

La llevaron a las casetas de baño para que se recuperase. Los salvadores no sabían que había más víctimas en el agua. HOY publicó al día siguiente que la madre no habló sobre sus hijos hasta pasado un rato cuando comenzó a gritar y a llamarlos a voces.

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Los barqueros volvieron a registrar el agua inmediatamente. Localizaron a la hija de seis años y al bebé, pero no tenían signos de vida. A pesar de ello los trasladaron a la Casa de Socorro «en cuyo establecimiento benéfico los médicos de guardia hicieron esfuerzos por devolverles la vida, que resultaron infructuosos», publicó HOY cuyo fotógrafo usó su propio coche para llevar a los niños a Urgencias. El tercer cuerpo fue recuperado posteriormente.

Suicidio

La madre fue trasladada al Hospital Provincial de San Sebastián, en el centro de Badajoz, y recluida en lo que entonces se llamaba el departamento de alienados, es decir, la sección para personas con enfermedades mentales. Los médicos consideraron que había sufrido «un ataque de enajenación metal», según hicieron público.

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La mujer estaba muy alterada y decidieron atarla. Sin embargo, fue capaz de quitarse las cuerdas a mordiscos y usó las ligaduras para ahorcarse. Su suicidio dejó cuatro víctimas y una pregunta que jamás se respondió: ¿Por qué lo hizo?

Tras el terrible suceso todas las miradas se volvieron hacia su marido y padre de los seis hijos. Antonio M. C. era viajante, se ganaba bien la vida y tenía una casa familiar amplia en la calle De Gabriel, en el Casco Antiguo pacense. La mañana del crimen estaba en el instituto de su hija mayor, que tenía 12 años. La acompañó porque tenía un examen importante y la esperó mientras completaba la prueba.

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En la escuela fue donde lo encontraron los guardas municipales que fueron a buscarlo. Hasta allí fue un juez de instrucción para informarlo de la tragedia. La escena, según los testigos, fue terrible. El padre se mareó de la impresión, y se cayó al suelo.

El suceso causó tanto impacto en la ciudad que incluso se creyó, durante varias horas, que era un rumor infundado, una historia de terror inventada por un vecino morboso. Muchos pacenses se enfadaron al día siguiente con los periódicos por relatar el suceso porque seguían creyendo que no era posible.

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Aunque Josefa nunca explicó porqué asesinó a tres de sus seis hijos, sí que hubo muchas especulaciones al respecto. La principal hipótesis la dio el marido que aseguró que su mujer estaba preocupara por la situación económica de la familia. La homicida era natural de la localidad de Campanario y había tenido que cerrar un pujante negocio familiar entes de mudarse a Badajoz.

Los motivos

La versión del marido no coincidía, sin embargo, con lo que aseguraron los vecinos que indicaron que la familia vivía holgadamente y que Josefa nunca se había quejado de estrecheces. Señalaron, eso sí, que la madre presentaba un comportamiento extraño en los últimos tiempos. Incluso hubo conocidos que aseguraron que habían advertido a su familia que necesitaba ayuda.

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La noticia se publicó en múltiples periódicos. Algunos, que no conocían Badajoz, localizaron los ahogamientos en el depósito de agua del parque de Castelar. También se publicaron críticas por la muerte de la madre que se suicidó tras pasar varias horas sin vigilancia ni medidas de seguridad.

La tragedia fue recordada durante muchos años en Badajoz. Hubo un capítulo más que fue muy comentado por los vecinos. En el funeral, que fue multitudinario, desfilaron los cuatro ataúdes juntos. Delante los de los niños por orden de edad y finalmente la madre. Sobre el féretro de Josefa había una corona de flores blancas con una dedicatoria de su marido.

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El cortejo fúnebre incluso estuvo presidido por el alcalde de Badajoz y hubo miles de personas que lo vieron pasar. Incluso se produjeron gritos de condena contra la asesina.

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