Catedral y fortaleza en el país vecino

A Elvas, la localidad portuguesa más cercana a Badajoz la gente ya no va a comprar sino, principalmente, a comer. Todos sabemos que su patrimonio histórico es excepcional y que el estado de sus fortificaciones son la envidia de muchos enclaves que antaño fueron bastiones defensivos. El 'castelo' de Elvas en lo alto de la población, el inexpugnable Fuerte de Gracia divisable en una colina cercana que sirvió de cárcel civil hasta 1975 y militar hasta 1989, su recinto abaluartado, su acueducto –ahora restaurándose– y sus múltiples museos, incluido uno de arte contemporáneo inaugurado hace quince años, puede que eclipsen un lugar por el que el visitante pasa delante y no lo advierte. Está en el mismo centro, en la plaza de la República, junto al Ayuntamiento y aunque la fachada ya impone, adentrarse en su interior es todo un hallazgo, máxime en un mes como este. Se trata de la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, más conocida como antigua catedral pues Elvas perdió su rango episcopal en 1882. La última gran intervención data de la década de 2000.

Por fuera, el templo en sí tiene un aspecto recio, pues se construyó entre 1517 y 1537 y está fortificado pues servía como lugar de oración de miles de soldados que iban o venían de conflictos bélicos, sobre todo durante la Guerra de Restauración a mediados del siglo XVII.

Tan imponente edificio es en realidad la sustitución de una iglesia gótica anterior, del siglo XIII, que fue derruido. El actual es de estilo manuelino y el autor del proyecto fue el prestigioso arquitecto Francisco de Arruda, que también diseñó el pórtico principal, de estilo renacentista y que se construyó en 1550.

La estructura general del templo es de la época manuelina ya que es una iglesia-fortaleza almenada de tres naves cubierta con una bóveda de crucería o nervada. Sus contrafuertes y almenas exteriores delatan su vocación defensiva llegado el caso.

El interior sobrecoge. Tiene hasta doce capillas a los lados y el retablo de la capilla mayor tiene una imagen de la Virgen de la Asunción que fue traída desde Roma.

Durante los siglos XVII y XVIII se realizaron diversas obras en su interior que tiene dos estilos diferentes: el manuelino y el barroco de cuyo estilo son las capillas laterales (hay hasta doce), la capilla mayor y la azulejería. Un elemento destacable es el órgano, una gran pieza en talla dorada que tiene 294 tubos divididos en dieciséis registros. Se realizó en 1762, al parecer por el maestro italiano Pascoal Caetano Oldovini. El conjunto se complementa con un Museo de Arte Sacro anexo.

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