Nuevos aires para Montijo gracias a la 'Posada Gastro'

El nombre de Kiko Sayago suele resonar en ferias gastronómicas y concursos. De hecho, ganó junto a Samuel López el primer premio de repostería en el certamen nacional de Gastronomía. Además, hace dos años se hizo también con el concurso gastronómico del cerdo ibérico de Barcarrota. Pero sucede que a veces el público general no puede degustar las delicias que los chefs elaboran en estos eventos para lucirse.

Sin embargo, desde hace tres meses, es posible probar la cocina del chef de Castuera en la localidad de Montijo. El que fuera anteriormente jefe de cocina de Rainha do Mar y de Camaleónico se encuentra entusiasmado actualmente con su nuevo proyecto: La Posada Gastro. Está ubicado en un lugar con solera y mucha historia (lleva casi 200 años abierto), el cual ha sido adquirido y reformado durante más de cuatro meses –han mantenido toda la estructura original de las bóvedas y han buscado un aspecto más amplio y luminoso– por la familia Pérez-García con la única intención de que se convierta «en un sitio de referencia donde la gente venga a divertirse y a pasarlo bien».

Y para eso trabaja Kiko desde el 28 de febrero, día de la apertura. Ha elaborado completa la propuesta gastronómica desde cero. Además, «en mi cocina todo entra crudo, no utilizo absolutamente nada preelaborado», asegura.

Su forma de entender la gastronomía es dándole una vuelta de tuerca a los platos tradicionales. Por ejemplo, tiene croquetas, sí, pero rellenas de mango, menta y gambón. O una tortilla de bacalao y patatas gratinada con alioli verde. También llaman la atención las bravas con mayonesa de ñora o la fideuá de mariscos y vieiras, tan difícil de encontrar en los restaurantes últimamente.

Asimismo, los fines de semana ofrece entre tres y cinco sugerencias fuera de carta y los domingos, como manda la tradición, son de arroces. Toda la carta es libre de gluten y tres de los cuatro postres son sin lactosa. La parte dulce de la comida es uno de los puntos fuertes de Kiko Sayago, por eso es importante guardar un hueco para su tarta al horno con avellanas; su café en texturas con azúcar caramelizado; sus delicias de fresa con natas y trufas de chocolate blanco, que estallan en la boca, impregnándola de sabores, y su postre de limón, con hasta nueve texturas diferentes.

En apenas tres meses de vida ya la ha modificado entera e incluso ha hecho una cata maridaje, por lo que Kiko viene con ganas de asentarse en Montijo y de ofrecer su cocina a todos los públicos.

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