La región ha perdido dos diputados en menos de veinte años por la caída de población

Extremadura tendrá en la cita de este domingo 9.252 electores menos que en las elecciones generales celebradas en noviembre de 2019. Una muestra más de la pérdida de población que sufre la comunidad y que en este caso tiene consecuencias, ya que la región tendrá un representante menos que hace cuatro años. La provincia de Badajoz pasará de seis a cinco diputados en el Congreso.

Será la segunda vez en menos de veinte años que se produce un retroceso por la caída de habitantes. Hasta las generales de 2004 la provincia de Cáceres contó con cinco representantes en el Congreso. En aquella ocasión bajó a cuatro, número que mantiene en la actualidad.

Hay que remontarse otro tanto más atrás, a 1986, para otra pérdida de representación. Hasta entonces Badajoz tenía siete diputados en el Congreso y se quedó con seis.

Estas caídas se deben no tanto a la pérdida de población como a que otras regiones tienen el efecto contrario, ganan habitantes, lo que lleva a aumentar su representación parlamentaria.

La Ley Orgánica del Régimen Electoral General fija el reparto de diputados por provincias, que son las circunscripciones electorales. A cada una le corresponden dos diputados, mientras que Ceuta y Melilla cuentan con uno. Así se asignan de forma directa 102 parlamentarios de los 350 que forman el hemiciclo.

Los 248 restantes se distribuyen en función del número de habitantes. En las últimas elecciones generales, en 2019, Badajoz contaba con seis diputados: dos por asignación directa y cuatro por población. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, en enero de ese año la provincia tenía casi 673.384 habitantes. En 2023 ha caído a 666.455. El representante que pierde va a Valencia, debido a que esa provincia ha ganado 110.000 residentes en ese periodo.

En 1982 la provincia pacense, con siete diputados, tenía 645.000 habitantes, 20.000 menos que ahora. Pero en el país había 10 millones menos de habitantes que en la actualidad.