Osuna, el alcalde que ejerce el cargo como un autónomo
Tercera. Su tercer entorchado en Mérida tiene mucho que ver con su multiplicación pública en la ciudad, va a todos los sitios a cualquier hora
Dijo hace poco Osuna en su despacho que para él, un alcalde es un autónomo. En función de las horas que le eches al día ... así podrá luego la ciudad aspirar a más o a menos. Y lo suyo es una dedicación en la que cuesta mucho diferenciar su agenda pública de la privada. Va más allá del protocolo. Pregones infantiles, inauguraciones de tiendas de barrio, presentaciones de libros en la biblioteca municipal, concentraciones moteras o fiestas de petanca. Hasta atiende a las visitas escolares al Ayuntamiento. Le sale su vocación de maestro cuando se sienta en el pleno y está durante dos horas explicándole a los niños de cuarto como funciona la democracia.
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Su multiplicación pública no parece postiza ni sospechosamente prolífica en campaña. Le viene de serie. Y quizá por aquí venga parte del respaldo que mantiene después de ocho años en el cargo. Por lo visto anoche, no parece acusar el desgaste de tanta exposición pública. A Osuna le conoce todo el mundo en Mérida. Tanto los que le votan como los que nunca tienen previsto hacerlo.
Y ha sabido en estos años ampliar su mayoría más allá de la frontera ideológica de la izquierda. Reconocen en el PSOE que cautiva Osuna bastante voto prestado de la derecha local. Se aleja del perfil de alcalde cargado de ideología que habla y gobierna solo para la periferia, los barrios o la clase trabajadora. Es más pragmático que ideológico.
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Está cambiando el centro, la zona conservadora de la ciudad, pero ha hecho también un campo de fútbol en San Andrés o una piscina de verano en las Abadías.
Es carnavalero, pero también cofrade de Nueva Ciudad. Se vuelca con el año jubilar eulaliense y hasta a Roma ha ido a ver al Papa, pero se ha empeñado en que el Carnaval Romano sea de interés regional.
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En los plenos municipales de la legislatura recién terminada han sido tan frecuentes las discusiones con Álvaro Vázquez, el portavoz de Unidas por Mérida, que con Pilar Nogales, del Partido Popular.
Presume de conseguir más fondos para los mínimos vitales, pero también de sacar una línea de ayudas directas a las empresas.
Y no siempre va en sintonía con la Junta socialista. Se enfadó por lo del Teatro María Luisa. La Consejería de Cultura se desvinculó de la financiación de la obra, aunque sobre la bocina de la legislatura consiguió un acuerdo para que ponga dinero para la programación.
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A Osuna es raro verlo que pase más de cinco de minutos sin mirar el móvil. Aunque públicamente presume de equipo y alaba siempre que puede a sus concejales en el gobierno, desde fuera da la impresión de que está encima de toda la agenda municipal. Y de forma constante.
Ha tenido que enfrentarse en la última fase de la legislatura a peticiones de dimisión de todos los partidos por la llamada telefónica que se filtró en las redes en la que un extrabajador municipal en fraude de ley le pedía que lo hiciera fijo y Osuna no estaba dispuesto, pero le pedía que no denunciara al Ayuntamiento.
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La militancia política de Antonio Rodríguez Osuna arranca de joven. En el año 98 era ya presidente de las juventudes socialistas de Mérida. Participó además en varias asociaciones juveniles de la ciudad como la Asociación juvenil Naturaleza y Fe, de la parroquia de Nuestra Señora de los Milagros de Nueva Ciudad. Muy crítico como portavoz juvenil con Miguel Valdés, el concejal de Juventud en el primer gobierno de Acedo. Entró Osuna como concejal en la oposición en la lista de Romera tras convertir a las Juventudes Socialistas de Mérida en la agrupación política juvenil más grande de Extremadura.
Su activismo fue muy intenso. Como presidente de la cantera socialista inició una campaña para que el Ministerio de Defensa cediera los terrenos del cuartel militar del Hernán Cortes en el año 99. Veintitrés años después, ya como alcalde, aspira a convertir ese mismo solar en el parque infantil más grande de Extremadura y a instalar allí una noria.
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Osuna fue luego diputado en la Asamblea por el PSOE y en 2014 se presentó como precandidato a la Alcaldía. Consiguió 256 avales, el 70% de los militantes de Mérida le respaldaron. Estrella Gordillo, la portavoz municipal en ese momento, decidió no presentarse y Osuna se convirtió en candidato. Ganó las elecciones y fue alcalde. Cerró en Mérida el ciclo del Partido Popular con Acedo. Cuatro años después, en 2019, convirtió su mayoría simple en mayoría absoluta. Parecía que sería la última porque su plan inicial era renovar mandato una vez. Pero ha vuelto a renovarlo. Ayer consiguió su tercer entorchado. Empieza la tercera ronda.
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