Javier Álvarez de los Mozos agarra la exigencia

Javier Álvarez de los Mozos (Burgos, 1976) volverá a sentarse en el banquillo del Romano trece años después. Ya lo hizo como segundo entrenador de Fabri, primero, y Goran Milojevic, después, en la última gran temporada que se recuerda por Mérida: aquel equipo terminó jugando fase de ascenso a Segunda A. «Fui muy feliz aquel año y mi objetivo ahora es volver a ser igual de feliz. Ojalá podamos repetir aquel playoff y los ambientes que se vivían en aquella época en el estadio», recordó ayer, nada más firmar su contrato, en los canales del club.

Ahora, sin embargo, tendrá que vivirlo como máximo responsable de un equipo que vive su segundo momento de depresión del curso. El primero fue en la semana Coria-Moralo-Don Benito y el segundo en esta de ahora, con las malas sensaciones de las derrotas ante San Roque de Lepe y Córdoba. El técnico burgalés participaba de la terna de tres candidatos a liderar el proyecto que el club manejaba el pasado verano y su elección se reduce al ritmo: en el club gusta la intensidad que imprime y con la que juegan todos sus equipos, independientemente de la calidad de la plantilla o de los objetivos del club.

«Estoy muy ilusionado, como siempre que llegas a un sitio nuevo. Con ganas de ver a los chicos, entrenar con ellos y hacer el trabajo normal de un técnico». De los Mozos ha firmado hasta el final de temporada y estará acompañado en el cuerpo técnico por los exayudantes de Juan García: Juan Carlos Román como segundo entrenador y analista y Juancho Pozo como preparador físico. Aparte de David Balsa 'Davo' como preparador de porteros. Ander Garitano lo presentará este martes a partir de la 13.15 horas en la sala de prensa del Romano y explicará también los motivos del club que han derivado en la destitución de Juan García.

De los Mozos, con pasado y experiencia sobre todo en el Burgos, la Arandina y el Mirandés, aterriza en Mérida tras su sobresaliente última campaña y media en el Villanovense, donde consiguió un ascenso a Segunda B y otro casi ascenso a Primera Federación. Tras convivir durante todo el curso en los puestos privilegiados de la clasificación, se quedó con la miel en los labios en los dos últimos encuentros de la temporada. Se le escapó el ascenso en el último partido de la primera fase, cuando perdió en el Municipal serón ante el Talavera, y también en el último partido de la segunda, ante el Rayo Majadahonda en unas circunstancias similares.

Aquella presión y exigencia que no tenía en Villanueva de la Serena por alcanzar la Primera Federación será lo primero que se encuentre en su primera semana como técnico del Mérida: subir como sea. La primera prueba será el próximo domingo en el Romano ante el Cacereño.

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