Partido para la paciencia y la confianza

Y ante este panorama, lo primordial es tener paciencia en un lado y confianza por el otro. Paciencia en el lado de la afición, que necesita sumar como pueda en este duro momento de tránsito. Y confianza dentro del equipo, para que al menos le dé para llegar a competir, cosa que no ha hecho en los últimos partidos. Es más necesaria la confianza que la paciencia y, sin embargo, está más a mano la paciencia.

Porque el equipo volverá a estar una jornada más en cuadro y porque enfrente, por mucho que el Real Murcia esté en mitad de la tabla, habrá un rival confeccionado y con presupuesto para ascender. A David Rocha le hace falta un jugador para formar un 'once' de medio campo hacia adelante. Tiene sanos a Acosta, Ben Hamed, Akito, Padilla y Chuma. Faltaría el sexto hombre, que saldría del riesgo de Sandoval (tres partidos ausente por una rotura que le mantendría cuatro jornadas fuera) o de doblar lateral en la izquierda.

Y luego estaría el Murcia, que le paga más a tres jugadores que el Mérida casi a media plantilla. Gustavo Munúa salvó su puesto el domingo pasado ganando al Algeciras tras completar un arranque de temporada muy irregular y muy por debajo de sus aspiraciones, lo que no quita que la plantilla pimentonera sea una de las mejores del grupo, con futbolistas con pasado reciente en Segunda o que fueron pichichis de Primera RFEF: Manu García en la portería, Marcos Mauro en defensa, Tomás Pina, Larrea, Montoro y Pedro León en el medio y Rodri Ríos arriba.

Munúa ha viajado a Mérida con las bajas de Tomás Pina por sanción y de los mediocentros Larrea y Montoro y los extremos Guarrotxena y Sergio Navarro por lesión. Además, ha viajado el zaguero Marcos Mauro, duda hasta último momento. El Mérida no podrá contar con los sancionados Busi e Ismael Gutiérrez ni con los lesionados Raúl Beneit, Escardó (que continúa con molestias en el abductor) y Álvaro Juan (que fue operado el pasado martes del hombro). Regresan a la convocatoria Dani Sandoval, Iñaki Elejalde y Diego Parras, que no están ninguno de ellos para jugar más de una hora.

«El problema es que el equipo no ha sido capaz de demostrar los domingos el nivel que tiene en los entrenamientos», opina David Rocha. «Hay futbolistas de entrenamiento y futbolistas de partidos, y estamos acusando la juventud de la plantilla, que empezó muy bien cuando todo eran alabanzas y que, cuando han venido torcidas, han tendido a 'esconderse', notando la dificultad de la categoría. Todo esto lo cambia un buen resultado. Hay que ir seguros de que vamos a romper la racha este sábado».