El Celta se queda en Primera tras jugar con fuego

El Espanyol recibe al Celta siendo ya equipo de Segunda División de forma matemática, mientras que los vigueses necesitan ganar para evitar el descenso de categoría sin tener que esperar a lo que haga el Leganés frente al Real Madrid en Butarque.

Los futbolistas blanquiazules han pedido perdón a la afición en numerosas ocasiones, aunque no han podido firmar un triunfo balsámico en este último tramo del curso. Ganar al Celta es la última oportunidad para resarcirse mínimamente y empezar un nuevo capítulo con el equipo descendido.

En cualquier caso, la entidad catalana ya trabaja desde hace semanas en la planificación de la siguiente temporada. Una vez termine el encuentro frente al Celta, los movimientos en la composición de la plantilla y del banquillo se acelerarán, tal como ha explicado el club públicamente.

Respecto al partido, el entrenador, Francisco Joaquín Pérez Rufete, no podrá contar para este último compromiso liguero con el delantero Raúl de Tomás, el centrocampista Sergi Darder ni con el central colombiano Bernardo Espinosa. Todos ellos vieron la quinta tarjeta amarilla en el anterior partido.

Además de los futbolistas sancionados, se quedan fuera de la lista el portero Diego López y el delantero argentino Jonathan Calleri, por decisión técnica. Andrés Prieto, Iturraspe, Moha, Tugarinov y Ferran Jutglà son las novedades en la convocatoria del preparador blanquiazul.

Los últimos cinco enfrentamientos entre ambos conjuntos en Barcelona se han saldado con un balance ligeramente favorable al anfitrión: dos victorias, dos empates y una derrota para el cuadro blanquiazul. El Espanyol intentará alargar y mejorar esta dinámica.

Los celestes, por su parte, se salvarán si ganan su partido al descendido Espanyol o el Leganés no derrota al conjunto de Zidane, ya que, en caso de empate a 36 puntos, el golaveraje entre los dos está empatado en el particular y en el general el Celta dispone de nueve goles de renta.

El conjunto dirigido por Óscar García Junyent se ha complicado la vida con un pésimo final de temporada. Viajó a Mallorca con un colchón de ocho puntos con respecto al descenso pero su derrota en la isla hundió a un equipo que, víctima de sus nervios, ha desaprovechado hasta tres ocasiones para sellar su permanencia.

Seis jornadas sin ganar –tres empates y tres derrotas- han llevado al Celta a jugarse la vida en el RCDE Stadium, donde además no podrá contar con Rafinha Alcántara y Nolito, que cumplirán sanción por acumulación de tarjetas y su expulsión frente al Levante respectivamente.

Con el ruso Smolov prácticamente descartado tras sufrir una pubalgia en el calentamiento del partido contra el Osasuna, la duda está en si el ghanés Aidoo podría forzar su vuelta para formar en el centro del eje defensivo junto a Murillo y Araujo.

Y todo porque la fragilidad defensiva exhibida en el último encuentro llevará a Óscar García a recuperar la línea de tres centrales y dos carrileros que venía utilizando últimamente, con Fran Beltrán, Okay Yokuslu y Filip Bradaric en el centro del campo. Aspas y Mina, goleador en las últimas jornadas, actuarán en ataque.

El Celta seguirá en Primera división después de empatar sin goles en el RCDE Stadium contra el Espanyol, en un partido en que el cuadro visitante apenas ha puesto fútbol, y del 2-2 que el Leganés, rival directo por la permanencia, ha firmado contra el Real Madrid.

Los gallegos crearon peligro a los cinco minutos de falta directa, aunque Aspas la mandó a la barrera. Más allá de esta acción, ninguno de los dos equipos puso emoción al partido en los primeros compases. El Espanyol, por su parte, llegaba al área rival, pero sin peligro en los metro finales.

Una doble ocasión de Marc Roca y Wu Lei, sin apenas peligro, fue lo más destacable para los blanquiazules. El portero Iván Villa pudo disipar los problemas con facilidad. El anfitrión apretó y ganó presencia en el área rival, aunque nunca concretó sus aspiraciones en el marcador.

Pudo hacerlo Embarba, antes del descanso, pero su gol fue anulado por el colegiado tras consultar por el VAR. El Celta respiraba aliviado, aunque su rendimiento en el RCDE Stadium estaba por debajo de lo esperado en un equipo que se jugaba la permanencia en Primera división.

En la reanudación, el cuadro gallego salió con una marcha más, aunque pronto apostó por aguantar el resultado y no correr riesgos. El Espanyol se crecía y la entrada de Vargas dinamizó el juego de los locales. El argentino asustó a Iván Villar, pero su disparo fue muy desviado.

El primer disparo del Celta entre los tres palos llegó a los 70 minutos de la mano de Sisto. Poco a poco, el cuadro visitante, pendiente del marcador del Leganés-Real Madrid, intentó acelerar. En el minuto 77, el luminoso en Butarque lucía un empate a dos. Un triunfo del Leganés enviaba al Celta a Segunda.

Los gallegos estaban helados, quizá más pendiente del resto de la jornada que de su propio encuentro. Los catalanes incluso mandaron, en el descuento un latigazo al larguero de Víctor Sánchez. Aspas tuvo también una oportunidad 'in extremis' para adelantarse justo después, pero el empate a cero no se movió.