Los campos extremeños se quedan sin los capotazos de José Ángel

También dejó su impronta en el Villanovense, con el que logró subir a la categoría de bronce y clasificarse por primera vez en la historia del club para una fase de ascenso a Segunda. Él mismo reconoció que su etapa como serón fue la más positiva desde el punto de vista deportivo. «En Villanueva me sentí muy a gusto y es donde he triunfado deportivamente», comentaba el jugador extremeño en una entrevista concedida a este diario en 2018 cuando militaba en las filas del Badajoz y justo se perdía el derbi con su exequipo por acumulación de tarjetas amarillas. Tampoco pudo estar entonces en el de la primera vuelta, en ese caso por una persistente lesión en el pubis que le mantuvo unos cinco meses fuera de los terrenos de juego.

«Ha llegado el momento de decir adiós al fútbol. Solo tengo palabras de agradecimiento para este deporte», iniciaba la carta que ha publicado en sus redes sociales. «Gracias por formarme como persona y como futbolista, gracias por hacerme mejor persona y compañero cada año y gracias por darme tantos momentos únicos. Han sido muchos los clubes, ciudades, aficiones y compañeros a lo largo de todos estos años, de todos me llevo un pedacito en mi corazón. GRACIAS por darme tanto», concluye en una emotiva publicación en la que plasmó todos los clubes en los que ha militado.

Cuando en el mes de julio del pasado verano firmaba con el CD Cabeza del Buey de Primera Extremeña, todo apuntaba a que sería su última experiencia en el verde. Un proyecto que asumió con ilusión y que le permitía compatibilizar con otros menesteres laborales. Situación similar a la de su compañero Juan Ramón Ruano, otro exblanquinegro histórico.