Estopa: «Lo que nos pide el cuerpo es rumba, energía positiva»

Vestidos de astronautas y con la rumba como aeronave espacial hipersónica, los Estopa vuelven a alzar el vuelo una vez más y ya van siete. 'Rumba a lo desconocido' es su último trabajo, un disco con el que parten de su génesis -un sonido entreverado en lo catalán y lo sureño- para recorrer nuevos mundos. «Lo que nos pide el cuerpo es rumba, marchita, energía positiva», dicen con mucha guasa. Tras llevar el disco por América con gran éxito, la aeronave de los hermanos Muñoz aterriza este sábado en Granada en su viaje por España.

El otro día os decían en Twitter: «mis padres os escuchaban de jóvenes, ahora me toca a mí», ¿el tiempo les alcanza?

Nos estamos haciendo generacionales. (Risas) A nuestros conciertos viene gente muy joven y muy puretas. El tiempo nos alcanza, estamos maduritos pero no viejales.

Tras 16 años de éxitos, Estopa se lanza 'rumba a lo desconocido'. ¿Adónde quieren llegar?

No lo sabemos. Nos hemos metido en nuestra potente nave espacial y hasta donde nos lleve la rumba. Con la rumba se va a muchos lados, con ella todo funciona mejor. Es un género en el que nos sentimos muy cómodos, que hemos recuperado, con el que hemos hecho callo... En otros discos hemos recorridos otros caminos, pero ahora lo que nos pide el cuerpo es rumba, marchita, energía positiva.

La rumba vuelve al título de un disco vuestro tras 'Voces de ultrarrumba'. ¿Qué significa para vosotros la rumba?

Significa nuestra infancia, es un mundo que nos ha atraido siempre. Tiene un sonido muy magnético. Nosotros hemos buscado la mezcla de la rumba catalana, la rumba del sur, el rock, el punk y el resultado es un sonido electromagnético que me gusta y a la gente también.

El disco lleva cuatro años cocinándose, ¿qué sienten al llevar al escenario canciones que han pasado tanto tiempo con vosotros?

Nos genera sorpresa y la sensación de que después de 16 años nos ha salido un disco redondo y eso es algo que valoro muchísimo. Si las canciones que hacemos no nos pusieran la carne de gallina, no haríamos un disco más.

Tenían más de 30 temas para el disco, ¿han sido años productivos?

Han dado para mucho, para hilar fino y poder hacer muchos cambios. Tocábamos las canciones en casa, durante la composición, y cuando creíamos conveniente íbamos al estudio que tenemos aquí al lado y las grabábamos. Así durante años. Esta forma de trabajar ha hecho que el disco gane en riqueza y suene diferente. Es más vivo, tiene fotografías de momentos distintos.

El nuevo disco suena 100% rumba, 100% sonido Estopa, pero lo eléctrico gana fuerza. ¿Por qué?

Somos punkies en el fondo, nos gusta mucho y creo que en la rumba todo cabe. Siempre nos ha gustado meterle guitarrazas. Creo que es cosa de la edad, (risas) cada vez nos ponemos más duros.

Vuelven a los espacios grandes, ¿se sienten más cómodos ahí?

Cada cosa tiene su momento. De la gira anterior nos gustaba el teatro, la sensacion de poder conversar con el publico, tirarle los freesbies... Era una cosa muy intima, muy especial pero esto es más heavy, se adapta a como suena el disco. Queremos que el espectaculo haga que la musica suene mejor.

Con 'Gafas de rosa' se mojan con la política. ¿Debe el músico comprometerse con la realidad?

No debe, no debe pero puede hacerlo. Tiene derecho. Siempre hemos pensado que las canciones tienen que sestar libres de política. Nosotros estamos fuera de partidos, no hacemos canción protesta. Cantamos historias de la calle, lo que no quita que de vez en cuando hagamos temas como este. Salió por un cabreo, fruto de la indignación en un momento determinado. Para decirles a los que mandan: «no os merecéis tanto, bajaos los humos».

En 'Con el viento' dicen que no recorren caminos del pasado, ¿Estopa solo quiere mirar al futuro?

Ahora sí, te quedas a veces mirando el pasado y se pasa la vida. Hay que tener los ojos abiertos y tirar para adelante.

¿Cómo es el futuro que imaginan los Estopa?

Espero que sea un futuro mucho más justo, más humano y humanista, con gente con conciencia. Hace falta una revolución interior, eso es algo que viene con la educación.

Tras 16 años de carrera, ¿qué les queda por cantar?

Lo vivido está cantado. Para escribir y cantar necesitamos vivir primero. Nos queda vivir.