Un besamanto atípico en el santuario de la Montaña de Cáceres
Este domingo concluyen los actos del novenario de la patrona, que por segundo año no ha podido bajar a la concatedral de Santa María
Desde la nueve de la mañana de este viernes muchos han sido los cacereños, devotos de la Virgen de la Montaña, que se han inclinado ante la patrona en su santuario, en lo que está siendo un besamanto atípico en este novenario también especial, limitado por la pandemia.
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Pese a que las circunstancias actuales han impedido a la Montaña bajar a la ciudad de Cáceres e instalarse en la concatedral, desde la Cofradía de la Virgen, su mayordomo, Juan Carlos Fernández Rincón, se mostraba «muy satisfecho» de los actos que se han celebrado.
«Ha sido una grata sorpresa cuando he llegado aquí, porque estaba lleno de coches y me han dicho que ha pasado mucha gente por el besamanto», manifestaba Fernández Rincón, quien no ocultaba cierto «miedo» a que en algún momento con más afluencia de público pudieran no respetarse las medidas sanitarias, «pero según veo está holgado y la gente va entrando y pasando, y esperemos que hoy y mañana sean un día grande», confiaba.
El besamanto es una de las citas que más devotos suele congregar en Santa María. La diferencia con respecto a otros años es, además de la celebración en el santuario, que los feligreses no pueden besar el manto de su patrona. En su lugar, le muestran un gesto de reverencia y reciben una estampa de manos de los hermanos de la cofradía.
María Cristina Gutiérrez y Pepita Sánchez son dos de las cacereñas que pasadas las doce del mediodía se inclinaban ante la patrona. «Siempre encomiendo a mis hijos a la Virgen», decía la primera. «Para nosotros es el centro de nuestra vida, desde pequeños nos lo inculcaron y mis nietos vienen a verla cuando se examinan», añadía la segunda.
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Una vecina de Fuente Concejo, Loli Caro, aquejada de una dolencia en una pierna, abandonaba la galería del santuario tras haber llegado caminando. «Siempre vengo andando y esta vez me ha costado un riñón, pero todo por la Virgen», comentaba.
María Victoria Rey salía con lágrimas en los ojos de la ermita. Contaba que ha perdido a su marido hace un año y no podía olvidar las veces que subía a pie al santuario con él. «Tengo mucho que agradecerle, siempre he confiado en ella y me ha ayudado mucho», decía emocionada.
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También se encomienda a la patrona de su ciudad Amalia Nevado, quien, junto a su esposo, había pasado delante de la talla. «Es un sentimiento muy grande, tengo mucha fe en ella», afirmaba.
«Para nosotros es el centro de nuestra vida, desde pequeños nos los inculcaron y mis nietos vienen a verla cuando se examinan»
Pepita sánchez
«Es un sentimiento muy grande el que tenemos, tengo mucha fe en ella»
amalia nevado
«Este año me ha costado un riñón subir andando, pero todo sea por la Virgen»
loli caro
El santuario permanecerá abierto durante este viernes y la jornada de mañana en horario seguido desde las 9.00 de la mañana hasta las 22.00 horas. Quienes lo deseen pueden entregar alimentos no perecederos.
Está previsto que el sábado a las 17.00 de la tarde la tuna de Cáceres se acerque hasta el santuario a cantarle a Virgen. La actuación de los tunos es un momento emotivo que cada año se vive durante la procesión de la bajada en las Cuatro Esquinas.
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Por otra parte, sobre la campaña de donación de sangre que se llevó a cabo el jueves en el Hospital San Pedro de Alcántara, la hermandad de donantes recogió 100 bolsas de las casi 130 personas convocadas, según confirma el mayordomo.
Los actos en honor a la Montaña concluyen este domingo con una misa a cargo del administrador diocesano, Diego Zambrano, en la concatedral a las 10.00 de la mañana.
Un año de luz gratis en el santuario
La patrona de Cáceres ha recibido una donación de una comercializadora de electricidad, Axpo, que asumirá los gastos de la factura de luz del santuario de la Virgen durante todo un año. Responsables de la empresa han entregado esta mañana, ante la imagen de la Montaña, un certificado de energía «verde» a los miembros de la Junta Directiva de la Cofradía de la Virgen. La colaboración ha partido de la iniciativa de una de las trabajadoras de la compañía, Zara Martín, directora financiera de la entidad y cacereña de nacimiento, que quería tener un gesto con su patrona ante las dificultades que está atravesando la cofradía por la merma de ingresos por la pandemia.
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