Comienza un Womad que se prevé masivo pese a la ausencia de botellón

Aunque la prohibición puede echar para atrás al público más joven se prevé un Womad masivo, con una temperatura agradable que el viernes y el sábado puede rondar los 30 grados y sin riesgo de lluvias. El sector de la hotelería y los alojamientos turísticos tiene buenas vibraciones sobre la marcha de esta nueva edición del Womad, aunque se trata de un fin de semana en el que proliferan las bodas y las comuniones, lo que ya genera muchas reservas. María Fernández, presidenta de Aptuex, la asociación de apartamentos turísticos de Extremadura, que en su mayor parte están en Cáceres, subraya precisamente eso, el diferente tipo de público que llega este fin de semana a la ciudad. Ella está al completo, con personas llegadas de Madrid y de Bélgica.

David Serrano gestiona los apartamentos turísticos Plaza Mayor 35. Señala que él está al completo y que este fin de semana es, después de Semana Santa y del puente de diciembre, el tercero mejor de todo el año, pero apunta que en esta ocasión, al cancelarse una reserva para este fin de semana, se tarda un poco más en recibir una nueva reserva. Tiene que ver en esto que ha aumentado considerablemente el número de alojamientos turísticos en la ciudad.

Pese a todo, portales como Booking mostraban ayer un considerable nivel de ocupación para el fin de semana del 11 y el 12 de mayo, con el 83% de los alojamientos no disponibles.

Otro de los sectores que está muy pendiente del Womad es el de la hostelería, los bares de la Plaza Mayor y los que están próximos a San Jorge y a Santa María. La estampa de ayer por la mañana de camiones y camiones suministrando barriles de cerveza a los distintos locales no dejaba lugar a dudas: se barrunta una gran fiesta.

Los hosteleros consultados tienen opiniones diferentes sobre si la supresión del botellón hará que se pierda público o no. «Yo creo que en la Plaza va a haber 16.000 personas como siempre», señalaba Emilio Rey, dueño del Pato Blanco. Para Alberto Gascón, del María Bonita y Black María, la prohibición del botellón puede quitar público joven y tal vez «pueda ser un arma del doble filo», porque si acude menos gente se termina vendiendo menos.

Sobre la posibilidad de ponerse de acuerdo los hosteleros para unificar el coste de las bebidas hay diferentes opiniones. Emilio Rey señala que «estaría fuera de la ley» acordar los precios, un argumento al que se suman otros profesionales. Se habla, cuentan fuentes del sector, de acordar que un vaso de 400 mililitros de cerveza o vino cueste tres euros y las macetas (un litro), seis euros.

Aunque el Ayuntamiento recomienda la utilización del vaso reutilizable, que en otras ocasiones se ha vendido a un euro, no habrá un modelo único serigrafiado con las letras del Womad y algunos hosteleros tampoco tienen previsto utilizarlo, por lo cual parece que no podrá darse la práctica generalizada de usar vaso reciclable como pasa en otros festivales.

Los locales podrán sacar barras con cañeros, aunque por motivos de seguridad algunos locales de la parte baja no podrán hacerlo para no provocar problemas de movilidad. Las terrazas podrán mantenerse por la mañana y mediodía, y la orden es que se retiren a partir de las 16,30 en los días de los conciertos.

La asociación vecinal Ciudad Monumental aplaude que se hayan impuesto medidas para evitar el botellón, aunque, tal y como señala Juan Manuel Honrado, su presidente, tiene dudas sobre que los alrededores no se conviertan en lugares en donde se lleve a cabo esta práctica. Continuarán llevando a cabo la campaña 'Cada lata cuenta', para la que colabora la empresa concesionaria de la limpieza, Valoriza. Valoran también que se vayan a limpiar los baños públicos con mayor frecuencia que en anteriores ocasiones y lamentan que el Ayuntamiento no se haya reunido con ellos.

En el entorno de los conciertos habrá un total de 85 casetas de casetas sanitarias y se instalarán 180 contenedores. Este año no se suprimirá la recogida de basura 'puerta a puerta', sino que se reforzará.