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El edificio, al que le han robado algunas ventanas, se encuentra de esquina entre Gabino Tejado y Ramón Gómez de Villafranca. PAKOPÍ

Vecinos de San Roque recogen firmas para recuperar un edificio okupado

Cinco comunidades instan a la policía a que actúe por el miedo generado en un bloque, propiedad de la Sareb, tomado por la marginación

Rocío Romero

Badajoz

Miércoles, 28 de septiembre 2022, 21:12

Vecinos de la calle Gabino Tejado y aledañas, en San Roque, recogen firmas para presentar una denuncia ante la Policía Nacional con el fin de ... que esta abra una investigación y que la Sareb actúe para recuperar un bloque que está desmantelado y tomado por la marginación.

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Una de las vecinas ha recabado la firma de cinco comunidades ubicadas en las calles Gabino Tejado (al que da la cochera del bloque denunciado), Román Gómez de Villafranca (puerta principal del edificio), Gregorio López de Tovar (lateral del inmueble) y la calle Gómez de Tordolla. El respaldo se presta desde las comunidades porque tienen miedo de dar sus nombres. De hecho, la mujer que ha recogido las firmas pide guardar el anonimato. Asegura que todos los residentes consultados sufren problemas de ansiedad. «Los niños se despiertan con los golpes».

«Un día me encontré con un hombre desnudo en la calle. La mayor parte de las ocasiones estas personas tienen signos de haber consumido drogas», afirma. «Salí un día a mi terraza desde el salón de casa y me encontré allí a uno, llamé a la Policía y el hombre salió corriendo», cuenta otro vecino que tampoco quiere dar su nombre. «He tenido que poner rejas en mi terraza», dice este residente que no permite que ni su mujer ni sus hijos saquen la basura. Solo él baja al contenedor por miedo a que se vean en medio de una discusión. «Estamos viviendo encerrados en casa», cuenta.

«Ahora les ha dado por pedirte que les cargues el móvil en tu casa y si les dices que no, te increpan».

La mujer incide en que el bloque «no está siendo usado para dar un techo digno a personas necesitadas. No, no, no. Son personas que usan el bloque para robar los componentes y venderlos para drogarse. Son toxicómanos que discuten de madrugada y trepan por los huecos de las ventanas».

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Los afectados enseñan una serie de fotografías que muestran a una persona trepando desde el bajo, que está tapiado, hasta las alturas superiores para entrar en el edificio. Tienen imágenes de las viviendas arrasadas por dentro, con zanjas en los techos, sin ventanas y suelos destrozados. «Ahí no se puede vivir, se han llevado puertas e inodoros». Además, han captado vídeos (disponibles en HOY.es) que recogen el final de una discusión entre dos personas. Aseguran que son inquilinos del bloque abandonado que han lanzado pintura blanca en un vehículo aparcado y que es propiedad de uno de los vecinos.

Los residentes van a adjuntar una carta con la denuncia. En esta dicen que los inquilinos del edificio «son personas violentas, toxicómanos y drogadictos que consumen drogas a cualquier hora del día, como a las 17 horas de la tarde en un paso de niños, ancianos y otras personas vulnerables».

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«Se producen robos constantes de los elementos del edificio como aluminios, ascensor, cableado, etc y demás componentes que pueden ser vendidos y con los que salen del inmueble a cualquier hora del día. En estos robos se escuchan unos golpes terribles y sonidos de escombros, dado que tiran tabiques, etc. Lo que supone un grave riesgo para la salud estructural del mismo». Los vecinos advierten de la presencia de ratas.

El edificio carece de luz. El alumbrado de la calle llega a través de unos focos porque realizaron enganches a las farolas. Los vecinos aseguran que ahora se están llevando las tapas de alcantarillas y registro.

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La persona que firma la carta y que ha logrado el respaldo del resto de comunidades asegura estar bajo un tratamiento para poder dormir desde hace años. «Llevamos años teniendo que hacer uso de cascos de cancelación de ruido para intentar descansar algo, escuchando música o realizar cualquier otra actividad para evitar sufrir un ataque de pánico y acabar llamando al 112 como hice yo».

«Lo peor son las noches, porque el trasiego comienza a las siete de la tarde, y el olor. Noche sí, noche no hay una pelea». Quienes intentan vender sus viviendas se encuentran con dificultades para que otros las compren por el ambiente generado en estas calles.

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Los residentes están cansados de llamar a la Policía y a aseguran que acuden, aunque a veces no con la celeridad que les gustaría.

El inicio

  • 2019. Hace tres años unos okupas repartieron cartas en los portales cercanos asegurando que no habría problemas, pero estas personas se marcharon y los conflictos llegaron con otros que cambian constantemente.

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