Piden 14 años de cárcel para un hombre por abusar sexualmente de su sobrina

El procesado, que ya había sido condenado con anterioridad a pagar una multa por cometer un delito de producción o tenencia de material pornográfico, está acusado de realizarle tocamientos en sus zonas erógenas, una acción a la que se opuso la menor. Cree la acusación que después de cometer los hechos amenazó a la adolescente con matarla si se escapaba, lo que generó en la víctima una gran angustia.

La denuncia fue realizada cuando un equipo profesional que atendía a la menor tuvo conocimiento de lo ocurrido. Se puso entonces en marcha una investigación que desembocó en el señalamiento del juicio, que no pudo celebrarse ayer porque la víctima no había sido citada por el abogado que lleva la acusación particular.

Tanto el Ministerio Público como un letrado de la Junta de Extremadura acusan al procesado de cometer un delito contra la libertad sexual para el que piden doce años de prisión, una libertad vigilada superior en cinco años a la pena privativa de libertad y la inhabilitación especial para ejercer cualquier profesión que conlleve contacto con menores. Igualmente solicitan que se le prohíba comunicar con la víctima y aproximarse a ella a una distancia inferior a 500 metros durante un plazo de quince años.

También se le acusa de un delito de amenazas para el que se piden otros dos años de cárcel, así como el pago de una indemnización de 12.000 euros en concepto de responsabilidad civil. Todos esos cargos son rechazados por el procesado, para quien su abogado pide la absolución.

No es el único juicio contra la integridad sexual que se ha celebrado esta semana en la Audiencia Provincial de Badajoz. El martes fue impuesta una condena de 2 años de prisión a un abuelastro de unos 65 años de edad que se reconoció autor de un delito de abusos sexuales continuados cometido en 2021 sobre una menor en una localidad de la provincia de Badajoz, un hecho que fue juzgado de acuerdo con la consideración que tenían estos delitos antes de ser aprobada la ley que eleva a la categoría de agresión sexual los abusos sexuales.

La sentencia será firmada con la conformidad de la abogada que llevaba la acusación particular, Ministerio Fiscal y la defensa, que estuvo representada por el letrado Rafael Pérez Pérez. En ese fallo, el procesado se reconocerá autor de los tocamientos denunciados por la víctima, que en el momento de cometerse el delito tenía alrededor de doce años de edad.

El escrito de acusación se recoge que el procesado se aprovechó de la cercanía que tenía con la víctima y que para tratar de conseguir su silencio le ofreció dinero, una situación a la que se puso fin cuando la menor contó lo que ocurría, se presentó la denuncia y se puso en marcha la investigación judicial.

En un primer momento la Fiscalía pedía una pena de 6 años de cárcel por un delito de abusos continuados, una pena que finalmente ha sido rebajada tras alcanzarse una conformidad en la que se aplica la atenuante muy cualificada de reparación del daño porque el condenado ha abonado a la menor 6.000 euros en concepto de responsabilidad civil por los daños psicológicos causados.

La sentencia también prohíbe al abuelastro acercarse a la víctima a una distancia inferior a 300 metros y le prohíbe comunicarse con ella durante un plazo de 5 años. A todo ello se une una medida de libertad vigilada, también de 5 años.

En el mismo acto del juicio el tribunal se concedió al condenado el beneficio de no ingresar en prisión por tratarse de su primera condena y no superar la pena los dos años de prisión. En todo caso, el tribunal le advirtió de que esa suspensión estará condicionada a que no vuelva a delinquir y a que cumpla la orden de alejamiento. En caso contrario, entrará de forma automática en la cárcel.