La Fundación CB retrasa las obras de la sede en Badajoz a septiembre por el alza de costes

La fundación quería comenzar la construcción en el primer trimestre del año por los problemas de espacio que tiene en la Rucab, pero estiman más prudente esperar unos meses. Hace solo unos días comunicaron la decisión al patronato.

El director general de la fundación, Emilio Jiménez, explica que la constructora Extremeña de Infraestructura y Obra Civil les ha recomendado esperar por los problemas que afectan al sector. Entre ellos la falta de suministros por roturas de 'stocks' durante la pandemia que aún se mantienen, los derivados de la logística internacional y el alza en el precio de los materiales.

Jiménez reconoce que no saben si esperando hasta septiembre sortearán el incremento de los costes de materiales o si, por el contrario, tendrán que hacer frente a una escalada aún mayor.

El director general de la fundación insiste en que las obras se harán y que no van a retrasarse más allá del otoño. Para dejar claro que mantienen su compromiso con la sede, quieren organizar un acto abierto a pacenses y medios de comunicación en unas semanas. Entonces les enseñarán cómo quedará el edificio una vez terminado con un paseo virtual. Ahora están perfeccionando ese vídeo.

Emilio Jiménez quiere colocar también una valla donde anuncien la obra y el diseño para dejar claro que la iniciativa continúa.

La fundación reconoce que el proyecto «se está complicando en todo» desde su inicio, incluidos retrasos por reclamaciones de Patrimonio y cambios solicitados por el Urbanismo municipal que ya están solventados.

Ahora no hay problemas con las administraciones de ningún tipo, aclara Emilio Jiménez, y se decide a esperar por recomendaciones de la constructora que ejecutará los trabajos. Estos tienen una duración prevista de dos años si no surgen inconvenientes.

La fundación CB cuenta con un presupuesto inicial de 3,8 millones de euros, un montante en el que está incluido el pago de los proyectos y el suelo. Las obras en sí costarán 2,8 millones de euros.

«Esta es la previsión inicial y lucharemos porque ese sea el precio final», dice Emilio Jiménez, aunque la escalada de precios hace temer un aumento del coste.

La fundación tiene dos millones de euros reservados de la venta del edificio en el Paseo de San Francisco en 2017, una suma a la que añadirá el resto de fondos propios.

El centro cultural y de acción social conjugará los dos usos, así como todas las actividades que ofrece la fundación. Contará con salones de exposiciones, salas polivalentes y un auditorio, entre otras dotaciones. El solar mide 750 metros cuadrados, pero tiene una edificabilidad del doble.

La fundación persigue un doble objetivo. Por un lado, contar con más espacio para sus actividades y ampliar su programa social y cultural. Por otro, contribuir a la rehabilitación del Casco Antiguo.

Precisamente, la ubicación ha ralentizado el proyecto. Las normas urbanísticas del Casco Antiguo han exigido cambios sobre la idea inicial con la que los arquitectos Ángel Ganivet y Juan Carlos Sánchez que ganaron el concurso de proyectos hace ya tres años. De hecho, en algunos momentos estuvieron tentados de buscar otra ubicación por los problemas para levantar un edificio moderno en la zona histórica. Pero finalmente siguieron adelante y será uno de los más importantes para la rehabilitación del Casco Antiguo.

La fundación tiene un proyecto regenerador para las parcelas que existen en las calles Norte, Encarnación y la plaza de San José. Estas están muy deterioradas. Además, el nuevo edificio supondrá un impulso al foco cultural que ya tiene la zona con el Museo de la Ciudad y la iglesia de Santa Catalina.