Finaliza la reparación de la muralla de Puerta Trinidad

Los vecinos ya pueden admirar el nuevo aspecto de la puerta, ya que se han retirado los andamios, aunque sigue vallado el perímetro. Esto se debe a que la obra continúa. Además de reparar los desconchones estos trabajos incluyen la instalación de varios sistemas para intentar que no se repitan las humedades y los daños que suele sufrir este monumento.

En concreto el Ayuntamiento de Badajoz ha invertido 78.200 euros en reparar los daños en este monumento. La obra comenzó el pasado mes de abril y debe terminar este mismo mes de junio, ya que el plazo de ejecución es de dos meses. Las obras no han sido fáciles, especialmente por las fuertes tormentas de algunas jornadas.

Puerta Trinidad fue levantada en 1680 dentro de la muralla abaluartada que se construyó para proteger la ciudad. Durante siglos fue el principal acceso para unir Badajoz con Madrid, es decir, con la Corte. Este monumento presenta una fachada de sillería de granito rematada por un escudo real de los Austrias.

En los últimos años ha sufrido problemas de humedades y desprendimientos. El más grave se produjo en 2012. Las humedades eliminaron el talud de tierra que hay en el interior de la muralla y se demolieron varios metros. Este caso causó gran indignación porque la obra para reparar la brecha tardó más de un año en llevarse a cabo. Finalmente el Ayuntamiento invirtió 205.000 euros en 2013, pero la reforma no acabó con el problema de humedades.

Las humedades se reprodujeron rápidamente, de hecho, unos meses después de la reforma se desprendió la hornacina de la fachada. Fue repuesta en 2015 y se realizó un estudio que reveló que el problema del monumento era la humedad.

En 2021 el enfoscado de este monumento volvió a desprenderse. En este caso el Consistorio apuesta por instalar una serie de mejoras que podrían evitar nuevos problemas. En concreto la obra incluye la reparación de grietas y la sustitución de parte de la cubierta para evitar nuevas humedades. Además se instalarán aliviaderos para que la lluvia no se filtre. Serán, según recoge el proyecto, «cadenas metálicas de color negro instaladas en las gárgolas de la Puerta de la Trinidad para reconducir el vertido de aguas y evitar salpicar la fachada de la puerta».