Benito Rangel en la puerta de su local, Tristana, que fue asaltado de madrugada. CASIMIRO MORENO

Los comerciantes del centro de Badajoz piden más seguridad tras el tercer robo en un mes

Un hombre fue detenido de madrugada tras reventar la puerta de cristal y robar en una cafetería de la avenida Juan Carlos I

Viernes, 3 de enero 2025, 07:20

Mismo 'modus operandi'. Una persona utiliza un objeto contundente y revienta el cierre de un local de hostelería del centro. Accede al mismo y se ... lleva dinero, botellas de alcohol y lo que puede. Ocurrió este jueves de madrugada en la llamada calle Mayor, en Juan Carlos I, y preocupa a los comerciantes del centro de Badajoz porque es el tercer robo similar en menos de un mes.

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A finales de 2023 ya hubo una racha que los comerciantes recuerdan como «terrible» con múltiples robos y accesos a locales y comercios. Temen que ahora vuelva a repetirse y para ello piden un aumento de seguridad en el Casco Antiguo. El presidente de la Asociación de Empresarios de este barrio (Aecab), Emilio Vahí, pide una reacción inmediata. «Como no se ponga remedio, irá a peor».

Exige, sin embargo, que no se aumente «la presencia policial dos o tres semanas para luego volver a lo mismo, porque estamos igual».

El tercer robo se produjo este jueves pasadas las cuatro de la mañana. Un hombre reventó a golpes la puerta de cristal y accedió a la cafetería Tristana, en la avenida Juan Carlos I. El destrozo fue importante, los cristales se extendieron por la sala y el ladrón se cortó.

Una vez dentro, provocó daños en los ordenadores al tratar de buscar dinero y también se ha llevó los fondos de la lotería y cogió varias botellas de vino.

Un operario del servicio de limpieza de Badajoz se dio cuenta de la intrusión en la cafetería y alertó a la Policía Local. La rápida intervención de los agentes permitió detener al ladrón cuando aún estaba en el local. Fue entregado a la Policía Nacional y se someterá a un juicio rápido este viernes.

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La cafetería pudo abrir este jueves con normalidad aunque aún sin la puerta de cristal que quedó destrozada. Su propietario, Benito Rangel, recuerda que no es la primera vez que sufren un robo «aunque hemos estado tranquilos unos años». El responsable, en su caso, ha sido detenido, pero desconoce si es la misma persona que perpetró ataques similares en otros locales del centro.

Este suceso es muy similar a dos ocurridos también en el centro el pasado mes de diciembre. Un hombre reventó la puerta del restaurante La Cocina Portuguesa y días después la pastelería La Cubana sufrió un suceso similar.

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En el primer caso el ladrón no fue localizado. Entro dos veces en la misma noche en el local y se llevó cambio y botellas de alcohol, un botín similar al que pretendía llevarse el autor del robo en el Tristana.

En La Cubana el hombre responsable no llegó a entrar aunque rompió el escaparate. La intervención de un policía nacional, que lo persiguió por varias calles, logró interrumpirle. Fue detenido. Se desconoce por el momento si todos estos incidentes están relacionados.

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Estas coincidencias hacen temer que se produzca un repunte de los ataques a locales en el centro. Como confirma Emilio Vahí «suele haber rachas», en muchos casos, coincidiendo con el aumento del transito de drogodependientes por las calles del Casco Antiguo. Los toxicómanos, para financiar la compra de sustancias ilegales, realizan pequeños robos de este tipo.

El problema de fondo

El presidente de la Aecab es muy crítico con el delegado del Gobierno en Extremadura, José Luis Quintana, ya que considera que el principal problema es que no hay suficientes agentes para el tamaño de Badajoz. «Él es el responsable de contar con seguridad y habla de cosas de fuera en lugar de lo suyo. Echan balones fuera».

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HOY ha consultado a la delegación del Gobierno si se incrementará la seguridad en el Casco Antiguo, como en episodios anteriores, desde la delegación gubernamental no se ha ofrecido una valoración al respecto.

El portavoz de la plataforma Proccab, que reúne a vecinos y comerciantes del Casco Antiguo, Pedro Centeno, cree que no se trata solo de aumentar la vigilancia, sino de intervenir en el problema de fondo. «Ocurre porque hay un ecosistema para el menudeo de drogas, porque hay solares y casas en ruinas donde se refugian los toxicómanos. No atacan el corazón del problema, que es ese».

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