«Se me fue la cabeza, pido perdón», dice el acusado del crimen del bar JM
El primo del fallecido asegura que también le apuntó a la cabeza con la pistola y le quiso disparar, pero el procesado lo niega
E. F. V.
Lunes, 14 de noviembre 2022, 22:38
«Reconozco que disparé y pido perdón por ello». Esas fueron las palabras con las que se disculpó este lunes José Miguel M. C., el ... joven que está siendo juzgado esta semana como presunto responsable de la muerte de Jonathan F. H.
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Nadie duda de que fue él quien causó esa muerte en el bar JM de Badajoz, pero sí se dilucidan otras dos cuestiones claves: si se trató de un asesinato con alevosía o de un homicidio, y si el acusado intentó disparar también contra el primo del fallecido.
De la respuesta que dé el jurado a esas dos incógnitas dependerá la condena que se les imponga puesto que las penas que se solicitan son dispares: la Fiscalía pide 35 años de prisión; la acusación particular, representada por Fernando Cumbres y Tania Ruiz, eleva la petición a 38 años de prisión; mientras que Enrique González de Vallejo, el abogado de la defensa, propone que se fije en tres años y medio de cárcel.
A la hora de dictar sentencia será clave el vídeo que recoge el momento de los disparos, lo sucedido antes y lo ocurrido después. Pero también se tendrá en cuenta la declaración del procesado, quien confirmó que aunque conocía a la víctima porque habían ido al mismo colegio, no tenía relación con él ni tampoco con el primo que lo acompañaba aquel 24 de diciembre de 2019.
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Según explicó, el día de Nochebuena él estaba echando una mano en el bar de su familia cuando entraron en el local Jonathan y su primo. Dice que lo amenazaron de muerte y que Jonathan incluso pasó a la zona de la barra y le dio «una hostia». «No llamé a la policía en ese momento y ahora lo lamento».
José Miguel asegura que estuvieron molestando a las personas que se encontraban en el bar esa tarde y que después de marcharse en torno a las diez de la noche regresaron poco antes de las siete de la mañana del día de Navidad. «Esa noche me bebí entre 15 y 20 copas de Barceló con naranja y también me había tomado dos 'trankimazin' porque me los había recetado el médico por el trastorno de personalidad que tengo».
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Fue entonces, asegura el procesado, cuando un camarero le dijo que iban a matar a su hermano David. «Yo había visto que llevaban armas, el primo un cuchillo y Jonathan un arma corta. Mi cabeza se me fue y reconozco que disparé, pero al primo sólo lo amenacé. Al primo le dije que se fuera de allí, que se fuera del bar, pero no apreté el gatillo, a mí no se me encasquilló la pistola».
«Desde que entraron todo fueron amenazas y amenazas, dijeron que iban a matar a mi niña y a mi mujer, pero mi familia está antes que todo y como que perdí la cabeza», insistió. Después vi a Jonathan fuera con la camiseta para arriba, yo creo que le quitaron el arma para llevársela».
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Justificó José Miguel que todo eso sucedió porque les tenía terror después de saber que uno de ellos (el primo del fallecido) había sido condenado poco días antes por matar a golpes a una persona y dejarla abandonada a las puertas del hospital.
Actuó por miedo
De ese miedo hablaron también el padre del procesado y su hermano David. Ambos lamentaron que José Miguel actuara de ese modo pero coincidieron en que Jonathan y su primo eran personas problemáticas. «Comentaron que iban a tirotear el bar, que le iban a prender fuego», dijo el padre antes de asegurar que desconocía que su hijo tuviera una pistola en el bar. «Si hubiese sabido que tenía un arma no habría dejado las cámaras grabando».
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«Yo hablé con ellos para calmar los ánimos, pero no hacían caso», dijo su hermano David. «Jonathan te ponía como a prueba, unas veces estaba bien y otras estaba mal, pero sobre todo se metía con mi hermano».
El padre del procesado dio otro dato. «Yo vi que el primo le quitó el arma de la espalda a Jonathan cuando ya estaba en la calle y se la llevó. Y sé que su primo tenía un cuchillo atrás a las 6 de la tarde».
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Por la sala de la Audiencia también pasó este lunes la mujer que escondió, y después dijo dónde estaba, el arma que se utilizó. «Los dos estuvieron malmetiendo por la tarde y avasallando a José Miguel». También «amenazaron a su mujer y a su hija con matarla y violarla», dijo atemorizada después de que el magistrado que dirige el juicio le insistiera en que su testimonio era importante.
El último en testificar fue el primo del fallecido. quien aseguró que tanto él como su primo fueron al bar JM a beber y a consumir droga, como otras veces. «Fuimos a ese bar de fiesta, no hubo ningún problema ni nos dijeron que nos marcháramos. Y antes de salir por la noche el padre nos dio un gramo (de droga) y nos invitó a volver»
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Fue a la mañana siguiente, poco antes de las 7, cuando se produjo la muerte. «Yo me di cuenta de que mi primo se cayó al suelo, pero no escuché disparos, pensé que eran unos cohetes. Se vio un barullo y cuando me acerqué me apuntó con la pistola a la cabeza y no paraba de decirme te voy a matar, te voy a matar. La pistola se le quedó encasquillada en mi cabeza».
«Todo el que estuvo allí intentó pegarnos. A mí me agredieron bien, no sé ni cómo salí de allí y pude sacar a mi primo fuera. Yo perdía el culo y me persiguió un calvo con un tatuaje en la cabeza y los ojos azules con un cuchillo. Pegué en todos los telefonillos hasta que me abrieron la puerta. A día de hoy todavía cuando me acuesto me pregunto por qué pasó aquello. José Miguel no estaba borracho ni nada, sólo quiero que miren el vídeo y que se haga justicia. Mi primo no tenía ningún arma, si la hubiese tenido la habría usado para defenderse».
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El juicio continuará este martes con la presencia de varios testigos y se prolongará durante toda la semana.
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