Los bomberos de Badajoz controlan el incendio en el edificio okupado de San Roque

Los bomberos encontraron «múltiples focos» en el interior del inmueble. Uno de ellos, el más complicado de extinguir, se encontraba en el hueco del ascensor. Otro en la planta baja y uno más en una terraza del bloque Amarillo, ubicado entre las calles Gabino Tejado y Ramón Gómez de Vaillafranca.

Los agentes indicaron que la cantidad de enseres y basura acumulada dentro, así como la ausencia de ventanas y puertas en el interior del inmueble dificultaba los trabajos. Dos horas después de comenzar las tareas, los bomberos continuaban dentro tratando de extinguir las llamas.

El responsable de la unidad de bomberos, que acudió con otros cinco agentes, consideraba controlado el incendio una hora después y sin posibilidades de extenderse a otras viviendas. Pero, aún así, el humo había generado mucha expectación en las calles aledañas y muchas vecinos seguían las tareas en las calles.

Los residentes han recogido firmas en las últimas semanas con las que han presentado una denuncia en la Policía Nacional, presentada hace una semana, y reclamar a la propietaria del inmueble, la Sareb, que tome medidas ante la okupación del inmueble. «Esto se veía venir», fue una de las frases más oídas.

Una pareja joven se acercó a los bomberos para decir que ellos viven dentro del inmueble y que querían entrar. Los bomberos les indicaron que no era posible y que ya les avisarían. Se quedaron con un agente de la Policía Local, aunque después se distanciaron.

Una hora y media después, los gritos alertaron de una discusión. Se producía porque la pareja le arrebató el móvil a una niña de 15 años que estaba sentada en la calle trasera. La menor avisó a la madre y esta se encaró con los okupas, en una discusión que intervino la Policía y en la recuperó el teléfono. Una pareja de agentes retuvo a los jóvenes.

Los vecinos están cansados de las reyertas nocturnas, han alertado a la Sareb de los continuos robos y de que el inmueble se ha convertido en un punto de consumo de estupefacientes.

Este incendio no es el primero que se produce. En 2020 se repitieron dos en tres semanas.

«Tengo miedo» es una de las frases más repetidas por los vecinos en el entorno del incendio. Unos acudieron corriendo para cerrar las ventanas de sus casas por el humo y todos se preguntaban hasta cuándo durará esta situación.

Han sido cinco comunidades ubicadas en las calles Gabino Tejado, Román Gómez de Villafranca, Gregorio López de Tovar y Gómez de Tordolla las que ya habían denunciado que el conocido como 'bloque amarillo', ubicado entre todas estas vías, está tomado por personas que han ocupado el edificio y han desvalijado su interior. También aseguraban que es habitual que consuman drogas en su interior y los alrededores. El bloque tiene algunos bajos tapiados y otros con rejas, por lo que es frecuente que algunos trepen por la fachada a los pisos superiores para entrar.

Los vecinos de San Roque han hecho recogida de firmas para recuperar un edificio okupado.

El edificio es propiedad de la Sareb, que espera que avance el procedimiento judicial iniciado en julio de 2021 a raíz de una denuncia suya. Una delegación de esta sociedad trató de acceder en mayo, pero desistió por la «conflictividad» de su interior. Tienen fijada una vista judicial para el 12 de diciembre.