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Toni Izquierdo, la primera a la derecha, junto a sus compañeras en el barco dragón. J.V.ARNELAS

El barco dragón, donde las mujeres con cáncer de mama se hacen palistas

El Club Piragüismo Extremadura estrena nuevo barco, que ha sido donado por Caja Rural

Miércoles, 23 de abril 2025, 07:35

Hace dos años que Toni Izquierdo se subió por primera vez a una piragua para navegar por el río Guadiana. Lo hizo porque tras terminar ... con el tratamiento del cáncer de mama que sufrió tenía la necesidad de hacer deporte. «Me habían hablado muy bien de este porque el gesto que hacemos al remar ayuda a prevenir el linfedema, y para que las personas que hemos sido operadas de cáncer de mama podamos volver a utilizar el brazo, porque tras la operación se pierde movilidad», subrayaba esta palista, que en julio participará con la selección española de barco dragón en un campeonato que se celebrará en Brandenburgo, Alemania.

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Hasta ahora los palistas del club piragüismo Extremadura entrenaban en dos barcos dragones con capacidad para doce personas, mucho más pequeños que los que utilizan en competición. Pero esto ya no será un problema para ellos porque desde ayer tienen su propio barco dragón BD22. En él caben 20 palistas, el encargado de marcar el ritmo con el tambor, y un timonel, que es la persona encargada de dirigir el barco. Esta nueva embarcación del club ha sido donada por Caja Rural de Extremadura con el objetivo de fomentar el deporte inclusivo.

En esta embarcación es fundamental la sincronización para conseguir navegar a la máxima velocidad y no volcar. El trabajo en equipo es fundamental para navegar en él, de ahí que cada bancada tenga una misión diferente; las dos primeras marcan el ritmo, las centrales aportan potencia, y los que van atrás dirigen la embarcación.

Bajo el ritmo del tambor, Toni hunde su pala en el agua. A ella remar en el barco dragón le ha ayudado a recuperar la movilidad y la fuerza de su brazo izquierdo. «Aquí no venimos a demostrar nada. Somos ocho palistas de cáncer de mama y nos sentimos parte del equipo porque el barco es el mismo en cualquier competición, no necesitamos que nos lo adapten, por tanto es el propio barco quien facilita la inclusión», subraya.

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Precisamente su carácter inclusivo es lo que llamó la atención de Caja Rural para participar en el proyecto. «Nosotros invertimos el 15% de nuestros resultados en obra social, y cuando conocimos el proyecto vimos lógica nuestra aportación», afirmó la directora general de Caja Rural de Extremadura, Rocío Morales, que no quiso perderse cómo el club botaba su nuevo barco a las aguas del Guadiana.

La cabeza de un dragón adorna la proa de esta embarcación, que permitirá al club entrenar para las próximas competiciones que tiene el club. «Nos hacía mucha falta para poder entrenar la coordinación de todos los palistas. Este barco es el más grande que hay dentro de esta modalidad, y hasta ahora no lo teníamos en Badajoz», subrayó la entrenadora del club, Belén Rey.

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Ella fue quien hace unos años puso en marcha este barco para fomentar la inclusión, por eso en este tipo de barco también reman personas con discapacidad. Aunque en él hay cabida para todas las personas, ya que sus beneficios no son solo físicos. «Es una embarcación muy bonita porque ayuda a desconectar, a compartir experiencias y a hablar cosas que a lo mejor no se atreven a hablar en sus casas».

Con este objetivo llegó al club Encarna Sánchez. Ella comenzó a remar a los 59 años y desde entonces no ha soltado la pala. «Este deporte engancha por el compañerismo, por la vida social, y porque cada uno aportamos algo diferente», contaba Encarna, que fue diagnosticada hace años de cáncer de colón.

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«El barco me ha ayudado mucho a diferencia de las compañeras con cáncer de mama, a las que les ayuda a recuperar musculatura. A mí me ha ayudado a nivel psicológico», explica esta mujer, que tiene un hijo con parálisis cerebral y el barco, el sonido del tambor, el agua y los pájaros que sobrevuelan en río le ayuda a evadirse de su realidad.

Para ella tener el barco en Badajoz es un paso muy importante para el club porque permitirá mejorar los entrenamientos y poder seguir creciendo.

Con este barco, que Caja Rural ha adquirido por 9.000 euros, el club inauguró ayer una nueva etapa que no quiso perderse el director general de Deportes de la Junta, Santi Amaro, que destacó el deporte inclusivo como eje fundamental de su gobierno. También acudió el alcalde de Badajoz, Ignacio Gragera, que agradeció el «esfuerzo de las entidades privadas para llegar donde no lo hace lo público».

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Desde ayer los pacenses verán la cabeza dorada de un dragón surcando Guadiana empujada solo por el esfuerzo de mujeres y hombres coraje.

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