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¿Qué ha pasado este lunes, 8 de diciembre, en Extremadura?
Uno de los alumnos aprende a subir a la rampa J. V. ARNELAS

Los aficionados a patinar piden que se acelere la apertura de un skate park en Badajoz

En solo un año se han inscrito un centenar de niños en este deporte; solicitan entrar en las escuelas deportivas municipales

Lunes, 14 de marzo 2022, 07:35

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Los sábados los clientes que acuden a comprar material deportivo a la tienda Decathlon se quedan sorprendidos con el ambiente del aparcamiento. En el lateral de las instalaciones hay decenas de niños y mayores con monopatines que suben y bajan de rampas de madera. Es la moda del skate, que se ha disparado en el último año en la ciudad. Su cuenta pendiente es contar con un parque fijo en el que poder practicar.

Jorge Covarsí tiene 46 años y empezó con el monopatín con siete años. Hace cuatro retomó la afición y decidió que los aficionados de Badajoz deberían unirse. El resultado fue el Club Deportivo Skate Badajoz. En este equipo los veteranos que llevan toda la vida patinando en la ciudad dan cursos a los menores interesados en esta disciplina. Los expertos no cobran y el dinero que consiguen lo invierten en fabricar y comprar rampas, ya que no hay instalaciones en la ciudad.

El experimento ha funcionado bien. En un año han enganchado a un centenar de niños al deporte, en su mayoría chicas. Este sábado comenzó un nuevo curso con tres niveles de dificultad y todos los talleres se llenaron de alumnos. «Ha habido una demanda impresionante, llevamos solo un año y ya trabajamos con cien niños. El problema son las instalaciones», se lamenta Jorge Covarsí.

«Ha habido una demanda impresionante, llevamos solo un año y ya trabajamos con 100 niños. El problema son las instalaciones»

jorge covarsí

Monitor de patinaje

En septiembre del año pasado el Ayuntamiento de Badajoz aprobó en el pleno municipal 150.000 euros de inversión para crear un 'skate park'. Los aficionados tienen todas sus esperanzas en estas instalaciones, pero hay cierta desconfianza porque en septiembre el Consistorio también anunció la compra inmediata de un 'half pipe' (medio tubo), es decir, una rampa en forma de U que se iba a instalar en el pabellón Las Palmeras para poder incentivar la práctica del patinaje. Hasta el momento la rampa no ha llegado, pero esperan que se cumpla la promesa municipal de crear el skate park.

Uno de los alumnos aprende a subir a la rampa. J. V. ARNELAS

El concejal de Deportes, Juancho Pérez, aclara que en la actualidad están estudiando no comprar la rampa de Las Palmeras y hacer un parque más ambicioso con instalaciones para todas las modalidades de patinaje. Están en contracto con la federación extremeña para el diseño y se instalaría en la Margen Derecha. Hay dinero reservado en el plan de inversiones.

Cómo se arreglan

En la actualidad, en Badajoz hay un parque de patinaje dentro del Centro Joven de la Junta de Extremadura, pero el acceso está limitado a mayores de 14 años y la mayor parte de los que han comenzado en el club son más jóvenes. De hecho, el Skate Badajoz firmó un convenio con el centro para reservar horas de práctica, pero no hay demanda.

«Es un deporte olímpico y es divertido. Lo curioso es que antes casi no había chicas y ahora son mayoría y tienen mucho potencial»

SAMUEL MÁRQUEZ

Monitor de patinaje

En su lugar los aficionados han logrado que Decathlon les patrocine y les preste parte de sus instalaciones. En este área montan sus propias rampas cada semana y hay sábados que dan curso y otros que hay entrenamientos libres. Sin embargo los aficionados no tienen otros días ni otros lugares donde practicar.

Las rampas con las que cuentan en la actualidad las han costeado gracias al club. Entre todos han comprado el material para construirlas con sus propias manos o han encargado las piezas y las han montado. «Antes, como no teníamos nada, nos gastábamos el dinero nosotros mismos y nos arreglábamos con nuestros medios porque es algo que nos gusta», explica Samuel Márquez Lobato, uno de los monitores.

Sin titulación

Otro problema al que se enfrentan los apasionados por el patinete es que no pueden entrar en las Escuelas Deportivas Municipales. El club se reunió con el Ayuntamiento para pedir que incluyan esta práctica en la FMD cuando haya instalaciones, pero el Consistorio pacense exige que los monitores tengan titulación oficial y este certificado no existe en la región. En Cataluña sí existe una fórmula para homologar a los especialistas como monitor de skate, pero en Extremadura no existe ninguna fórmula. Los aficionados esperan que la Junta de Extremadura solucione esta laguna.

En cuanto al deporte, Covarsí explica que, como todo, en este deporte hace falta práctica, pero que los niños disfrutan mucho. «Los pequeños lo cogen rapidísimo».

Samuel Márquez Lobato tiene 33 años y comenzó a patinar desde pequeño. Aprendió bajando cuestas con sus amigos porque en esa época no había cursos ni instalaciones. «Estábamos desorientados. Aprendimos por nuestra cuenta y por gente que patinaba anteriormente en Badajoz y te iban guiando. Luego, por Internet, con vídeos», explica este aficionado que ahora es monitor y comienza su clase explicando a sus alumnos la importancia que está cogiendo este deporte. «El skate hoy en día es un deporte que se hizo oficial en los juegos olímpicos. Fueron tres españoles a representarnos».

«Hacía falta unión en la ciudad en el entorno de la gente que patina y gracias al club. Cada uno patinaba por su cuenta y donde podía», explica Samuel, que añade que está orgulloso de la respuesta que han logrado de los menores en solo un año. «Es un deporte muy divertido, donde mezclas edades, todos vamos a lo mismo, a patinar y divertirte y se aprende mucho. Tienen una energía muy positiva. Lo que veo curioso es que antes había menos chicas y ahora casi son más que los chicos y tienen muchísimo potencial».

Tres de las chicas que han comenzado en este deporte son Luz Murube, Adriana Martínez y su hermana pequeña Lourdes. Con 12 años Luz se animó a patinar porque le pareció interesante y su amiga Adriana salió muy contenta. «Me ha gustado mucho y quiero seguir. Intentar saltar de una rampa». Lourdes, la pequeña, también estaba contenta. No se cayó en su primer día sobre el monopatín, le gustó y tiene ganas de aprender a subir la rampa «que es lo más difícil».

La madre de Adriana y Lourdes está muy contenta. «Nos enteramos por otra madre, Ainoa, de la clase de las niñas, nos informó y a ellas les gusta, de vez en cuando íbamos a hacerlo por el parque del río», explica Lourdes Simoes. Para empezar, detalla esta madre, hace falta el monopatín, casco y protecciones, una inversión entre 50 y 60 euros que, eso sí, luego dura mucho.

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