Jorge y Cora, dos estudiantes emeritenses, estuvieron en la lista de los primeros en pisar la Torre de los Púlpitos ayer. :: ARMANDO MÉNDEZ
CÁCERES

Los Púlpitos se llena de turistas

Turismo perfila los contactos para que otras torres como las de la Yerba, las Veletas o Redonda también abran al público Los primeros visitantes de la torre hacen un recorrido inédito por la muralla

MANUEL-M. NÚÑEZ mmnunez@hoy.es

Domingo, 13 de diciembre 2009, 10:45

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Los tres operarios de la oficina de Turismo no tienen un instante de reposo. Desde las alturas de la Torre de Bujaco, Loli, a viva voz avisa a su compañera de la entrada. «Pueden subir a los Púlpitos». Un grupo de siete personas cruza la entrada y lo hace sin pagar un euro. Durante el fin de semana, el acceso es gratuito por la celebración del mercado medieval. Sin embargo, la gran novedad es la apertura al público de la única torre cristiana de la muralla cacereña. Tras más de 200 años en manos privadas, los visitantes no tuvieron ayer reparo en guardar cola para pisar por primera vez la Torre de los Púlpitos.

La temperatura era baja, la niebla estropeó las vistas y muchos quizás ni siquiera aún sepan que pueden entrar en una parte del recinto histórico cacereño que ha estado vetada durante más de dos siglos, desde que los Mayoralgo adquirieron ese derecho de uso por una concesión que les quitó el juez en doble sentencia. Y pese a los inconvenientes, hubo lleno. El cartel lo ponía muy claro a la entrada: 'Aforo máximo, 15 personas'. En cuestión de minutos ya había lista de espera. Los técnicos de Turismo pasaban apuros reales para controlar la estadística -a cada visitante se le pregunta de dónde viene y si se hospeda en la ciudad- y distribuir a los turistas.

Turistas con mayoría madrileña, aunque entre los primeros de la Torre de los Púlpitos también se veían rostros conocidos, de cacereños que no quisieron faltar a un a cita histórica y convertirse en protagonistas involuntarios. Era el caso de Francisco y Blanca, ilusionados como dos niños tras cruzar la docena de escalones habilitados en la zona en la que se encontraba el muro de separación.

«Esto me parece muy positivo. Hemos esperado este momento para venir a la torre. Sabemos que se abre por primera vez y es un auténtico lujo. Supone un paso adelante para el turismo de la ciudad». Francisco García demuestra ser conocedor del asunto y su compañera asiente a sus palabras con varias precisiones en forma de propuestas de futuro: «Deberían hacer un recorrido completo por todas la torres de la muralla. Sería una especie de circuito turístico nuevo que permitiera al visitante ir de una torre a otra por el recinto amurallado. Sería estupendo», refrendaba Blanca Caro mientras un operario controlaba el aforo de los Púlpitos. «Espere, espere un instante», le espetaba a un turista al tiempo que afinaba el recuento. «Uno, dos, tres...».

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Por razones de seguridad no se permite que más de cinco personas pisen la torre. Las áreas más elevadas presentan una cadena de protección para evitar problemas. Incluso por la tarde, a partir de la 18 horas, se cierra el paso mientras se completa el proceso de reforma y se iluminan el piso y las almenas.

Más torres visitables

Tampoco se puede ver, de momento, el Palacio de Mayoralgo. La ruta arranca en la Torre de Bujaco, prosigue por la muralla que sobrepasa el Arco de la Estrella, y en la que se han colocado unas barandillas de protección para evitar posibles caídas al vacío, y se prolonga hasta los Púlpitos. Tras pasar el puente hacia Mayoralgo, propiedad de Caja Extremadura, una cancela impide el paso. Ocurre algo similar más hacia el sur. «Allí no se puede pasar. Eso es propiedad privada», aclara el guía, Señala con el dedo la Torre de la Yerba, a la que el concejal de Turismo se propone añadir a las nuevas rutas en proyecto.

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«La idea es hablar con sus propietarios y hacerla visitable», confirma Francisco Torres, que ya tiene un boceto preparado con algunas de las torres que se podrían visitar a medio plazo si se dan las condiciones. Algunas de ellas están fuera de la propia muralla, tal y como ya ocurre con las de la Iglesia de la Preciosa Sangre.

Nuevas rutas

«Es un proyecto interesante y supondría un salto de calidad. Son casos diferentes al de los Púlpitos. No se trata de acudir a la Justicia sino de hablar con los propietarios. Y en algunos casos hay buena sintonía». Se refiere Torres a ejemplos concretos como la Torre del Aver, la del Palacio de las Cigüeñas, propiedad de Defensa, o Espaderos. «Es de titularidad pública y puede ser visitable en determinadas circunstancias», afirma sobre esta última, que se encuentra junto a la Puerta de Coria y en perfecto estado de conservación. A ella suma otras como la Torre Redonda. Situada en el Palacio de Carvajal, pertenece a la Diputación Provincial, lo que en principio facilitaría las posibles conversaciones entre las instituciones sobre una hipotética apertura al público. Es una construcción a base de mampostería que los expertos consideran almohade, de finales del siglo XII.

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Pero las opciones no terminan ahí. Turismo también tiene en su lista de posibilidades la denominada Torremochada, antiguo baluarte de la muralla almohade y con serios problemas de mantenimiento. Por ahora se trata de un cálculo de posibilidades, de estudiar opciones. El resultado sería un amplio recorrido por las torres de la ciudad, hasta una cifra que se aproximaría a la decena y que incluiría las que ya se pueden visitar: Bujaco, los Pozos, el Horno... y desde ayer la Torre de los Púlpitos.

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