Los veranos extremeños de Penélope

Se llama Plaza de España, pero en Alconchel todo el mundo lo conoce como 'el terrero'. Para una generación de hijos de emigrantes, el centro del pueblo era sinónimo de diversión. Para un niño, significaba el lugar perfecto para jugar aprovechando el fresco de la noche. Nada indicaba que uno de esos chiquillos, una niña morena y nerviosa, acabaría convirtiéndose en una de las mujeres más conocidas y deseadas del planeta. La historia de Manolo y Modesta podría ser como la de cualquier otra pareja que salió de su pueblo para buscar una vida mejor. En su caso, emigraron de Alconchel con sus hijos a mediados del siglo pasado para acabar en Madrid. Pero algo hace que su historia aparezca en esta página. En los años setenta, su hijo Eduardo engendró a Penélope Cruz. Las biografías más o menos oficiales de la actriz señalan que nació en Alcobendas, el 28 de abril de 1974. Pero no dicen que su padre, Eduardo, nació en Alconchel. Siendo apenas un niño, emigró con sus progenitores. Primero recaló en la localidad cacereña de Valdeobispo, para acabar al final en Madrid. Allí, los tres hijos del matrimonio hicieron su vida, pero volvían regularmente al pueblo. Eduardo se casó con una andaluza, y tuvieron tres hijos, y no sólo Penélope está vinculada al mundo del espectáculo. Mónica ha bailado con Joaquín Cortés y trabajado en cine y televisión. El menor, Eduardo Cruz, está probando suerte en la música. Vacaciones Alconchel ofrece una de las más bellas estampas que Extremadura puede ofrecer. Aparece en medio de la dehesa, a un paso de la frontera con Portugal. La ganadería, especialmente el porcino y los toros bravos, es la base de su economía. En las cercanías tienen fincas personajes conocidos, especialmente vinculados con el mundo taurino. Todo el paisaje está coronado por el impresionante castillo de Miraflores, adecentado de unos años a esta parte. Por estos parajes jugaba Penélope en su infancia. Solía llegar en las épocas festivas acompañando a sus abuelos. Así lo recuerda José Cándido Cruz, uno de los pocos familiares que aún tiene la actriz en el pueblo. De la rama del abuelo Manolo quedan él, sus dos hermanos y un tío abuelo. Es primo de Eduardo, y por lo tanto tío segundo de la estrella. «Los abuelos volvían regularmente, mucho más con el paso de los años, aunque no se llegaron a quedar definitivamente. Cuando él se jubiló, venían largas etapas, igual se quedaban varios meses. Ellos solían traer a la niña, pero Eduardo también venía», narra. En sus visitas, se solían quedar con el padre de José Cándido, que disponía de dos casas. Éste recuerda a Penélope y a sus hermanos como nerviosos, «muy 'culebrinas'», que salían de excursión con sus abuelos a sitios como la rivera. También frecuentaban el terrero, ya dentro del pueblo. Entonces todavía no se había acuñado lo de 'Pe'. Era simplemente Penélope. Se suele contar que sus padres le pusieron ese nombre por la canción de Joan Manuel Serrat. A la cría le dio suerte, aunque para su abuela fuera un nombre demasiado largo de pronunciar. Como es natural, el ascenso al éxito alejó la relación de Penélope con el pueblo. Desde que se hizo un hueco en el mundillo artístico ya no pasa por allí, pero sí su familia más cercana. «Su tío Manolo ha estado aquí las pasadas Navidades, por ejemplo. Y el propio Eduardo también viene mucho. Siguen quedándose normalmente en mi casa», afirma José Cándido. A pesar de la distancia, la rama alconchelera de los Cruz también ha seguido con interés la carrera de la actriz. Incluso desde una posición privilegiada, porque contaban con información directa de la familia. En contra de lo que publican la mayoría de reseñas, su primer trabajo artístico no fue el famoso videoclip de Mecano ni la serie de televisión 'Serie Rosa'. Fue un spot televisivo en el que no se le veía la cara. «Era de un producto de cosmética y sólo se veían las piernas. Nosotros sabíamos que era ella porque los abuelos nos decían que estuviéramos atentos.». Esta noche mucha gente estará atenta a la televisión. Pero en un pueblo de Extremadura no verán a la estrella sobre la alfombra roja, sino a la chiquilla que corría por el terrero.