El Ayuntamiento de Plasencia empieza a desmontar la estatua de la plaza de Ansano

El Ayuntamiento de Plasencia comenzó ayer el desmontaje de la escultura 'Escena Tercera', erigida desde 2011 en la plaza de Ansano, pese a no haberse celebrado aún una reunión para consensuar su nuevo emplazamiento. Operarios municipales han iniciado trabajos preparatorios con estructuras de sujeción y una plataforma para elevar la pieza y trasladarla en camión a su nuevo destino. En teoría, las inmediaciones del Palacio de Congresos, según el decreto municipal del pasado mayo.

Tras conocer el inicio del desmantelamiento, el escultor Antonio Morán, autor de la obra, confirmó que iba a presentar un recurso ante el juzgado para detener la operación, ya que «no habido ningún acuerdo aún», ha denunciado. Según explicó, en su escrito advierte al juzgado de que «se está tratando de retirar la obra, lo cual no estaba contemplado en la sentencia».

Morán recalcó que el fallo judicial que le otorgó una indemnización en abril de 2024 por la falta de mantenimiento de la obra «obliga al Ayuntamiento a restaurar la obra, pero no fija ningún lugar concreto» para su ubicación. Además, considera que los movimientos actuales «no respetan ni el derecho de autor ni el diálogo prometido». Por ello, insiste: «Cautelarmente, hemos decidido acudir de nuevo a la justicia».

A pesar del conflicto, el escultor reconoce que hay conversaciones abiertas con el Ayuntamiento para buscar una salida pactada: «Hay una predisposición a tratar de tener una reunión para llegar a un acuerdo. Pero todavía no hay nada: ni fecha, ni discusión, ni decisión alguna». Añade que esa reunión, cuando se convoque, deberá servir para decidir «el emplazamiento y si procede retirar la obra o no».

La escultura fue objeto de una sentencia judicial que obligó al Ayuntamiento a restaurarla con participación del autor y a indemnizar a sus creadores con 15.000 euros. Aunque el Consistorio acató parte del fallo, como el pago de la indemnización, en mayo decidió fijar el Palacio de Congresos como nuevo destino alegando razones de conservación. La escultura, compuesta por arena y metacrilato, ha sufrido daños por el paso del tiempo y actos vandálicos.

Sin embargo, Morán cree que la decisión responde a otros motivos: «Me parece una postura autoritaria por parte del alcalde, que ya dio un dictamen obligando al traslado sin diálogo. Es un acto unilateral». Ya se encadenó a la escultura en mayo para impedir su retirada y no descarta nuevas protestas.

El escultor también rechaza de forma tajante el nuevo destino previsto: «El Palacio de Congresos es el peor lugar del mundo. Es un sitio alejado, inhóspito, completamente deshabitado. Allí la obra no la va a disfrutar nadie, ni los ciudadanos ni los turistas». Según denuncia, «el único objetivo de llevarla ahí es invisibilizarla».

Morán sostiene que la escultura «ya pertenece a la ciudadanía» y que «quitarla de la plaza no beneficia a nadie, salvo al señor Fernando Pizarro, que debe tener algún asunto personal con la obra». Aunque se muestra abierto al diálogo, advierte de que cualquier nuevo emplazamiento «tiene que ser visible y accesible». En ese sentido, sigue defendiendo que «el lugar ideal sigue siendo el eje central de la plaza de Ansano, porque fue el propuesto y acordado inicialmente».