El Ayuntamiento de Plasencia denuncia presiones y acoso vecinal en la gestión del desbroce

El debate sobre el nuevo sistema de desbroces implantado este año por el Ayuntamiento de Plasencia ha subido de tono tras las declaraciones realizadas por el concejal de Medio Ambiente, José María Nisa, durante el último pleno municipal. El edil denunció que un representante vecinal, al que no mencionó por su nombre, ha ejercido presión sobre trabajadores y responsables de las empresas concesionarias, a los que ha exigido, señaló, actuaciones inmediatas y fuera del procedimiento establecido. Las palabras de Nisa, aunque no fueron explícitas, apuntaban al presidente del barrio de Ciudad Jardín y también de la Agrupación de Asociaciones Vecinales de Plasencia (Avepla), Juan Benito.

Según explicó el concejal en su intervención, el Ayuntamiento ha optado este año por un sistema de trabajo «más rápido y más efectivo», que prioriza las zonas a desbrozar en función de las peticiones registradas oficialmente por los ciudadanos. «Antes estábamos dando muchas veces salto de mata. Tras acabar en un sitio, nos íbamos a otro mucho más lejano, por lo que perdíamos tiempo en el traslado y nos quitaba horas de trabajo», argumentó Nisa, quien defendió que esta nueva forma de organizar el servicio permite atender con mayor eficiencia las demandas reales de la población.

Sin embargo, no todas las asociaciones vecinales han acogido bien este cambio. Avepla y la Asociación de San Miguel han manifestado públicamente su rechazo, al considerar que traslada a los vecinos la responsabilidad de identificar las zonas que requieren mantenimiento. Según afirman, el nuevo sistema exige a los ciudadanos que recojan sus peticiones, lo que para las asociaciones supone una carga adicional e impropia de su papel.

El concejal de Medio Ambiente se refirió a esta oposición, integrada por ocho asociaciones. «Eso de que hay ocho asociaciones que están en contra de esto…, sí, pero no es así la realidad. Hay un señor que ha puesto a las otras siete en contra», señaló. Según Nisa, la raíz del conflicto está en que «no hemos mimado a una persona que siempre estaba acostumbrada a que, cada vez que cogía el teléfono, se le hacían las cosas». Y fue más allá al afirmar que dicha persona «se permitía el lujo de acosar a trabajadores para que fueran a hacerlo».

Nisa también criticó las llamadas realizadas directamente a responsables de las empresas encargadas del mantenimiento de zonas verdes, con el fin de exigirles intervenciones concretas. «No se pueden hacer llamadas improcedentes a directivos de las UTE, a gerentes, para que me vengan a cortar el árbol a mí y a ella de la forma que yo quiero. No, las UTE tienen una forma de hacer su trabajo y hay que respetarla», añadió.

El concejal negó que exista caos en el servicio de desbroces y aseguró que todas las peticiones registradas están siendo atendidas por orden de llegada. Como ejemplo, señaló que una de las primeras actuaciones del año se realizó precisamente en el barrio de Ciudad Jardín. «El primer desbroce ha sido la avenida de los Donantes de Sangre, en la avenida de Portugal». Sin embargo, explicó que la vegetación volvió a crecer tras las lluvias y el calor, lo que requiere una segunda intervención.

En medio de este cruce de declaraciones, Avepla ha solicitado formalmente una reunión con el concejal. La agrupación vecinal, junto con la Asociación de San Miguel, pide un encuentro para «presentarle de forma dialogante los problemas que afectan a los distintos barrios» en materia de desbroces, zonas verdes y planificación del mantenimiento urbano. Además, expresan su disposición a reunirse «el día que proponga el concejal y a una hora determinada de la tarde, dado que algunos presidentes tienen horario laboral».

Mientras tanto, el Ayuntamiento insiste en que el nuevo modelo responde a un criterio de eficacia y transparencia y niega que haya zonas desatendidas.

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