Tróia, Comporta y Melides, un lujo privado

Los medios portugueses llevan desde que empezó el verano publicando reportajes en prensa y televisión sobre la privatización encubierta de los numerosos arenales del municipio de Grándola, al que pertenecen la mayor parte de estas playas 'extremeñas'. En algunas como Tróia-Galé, los vigilantes suben una barrera y dejan pasar tras apuntar la matrícula del coche, pero solo se aventuran en esa playa quienes conocen el procedimiento y no se sienten intimidados por la barrera y el guardia de seguridad.

Esta intimidación viene de hace años. Los generales de Abril compraron casas en la península de Tróia y ya en el siglo pasado enseñaban a los vigilantes a poner firmes a los visitantes esporádicos: se podía y se puede acceder a las playas, pero si te encuentras a un guardia militar cerrando el camino, das la vuelta.

Impedir o complicar el acceso a estas playas, todas de dominio público, es ilegal. La Agencia Portuguesa de Medio Ambiente (APA) ha realizado una inspección en los arenales de Grándola, la popular «vila morena», y de 22 analizadas, solo ocho tienen accesos completamente libres.

Hay casos como el del complejo turístico que construye la heredera del grupo Inditex (Zara), que ocupa una gran extensión costera. Se inaugurará el año que viene y tendrá un hotel con 54 habitaciones y 77 apartamentos. El proyecto era tan agresivo que sufrió una reducción del 80% por razones ecoambientales, pero incluso con esa reducción se ha levantado y será rentable.

A playas como Galé-Fontainhas hay que acceder a través de un camping, como indica un cartel colocado por la APA para que los bañistas no se retraigan y sepan que el acceso es público, aunque las medidas de seguridad imponen un poco desde que se construye un complejo de lujo al lado.

En Grándola y sus 'freguesias', están contentos con los salarios que deja el turismo, aunque los precios han subido mucho, como les detallamos días atrás en esta contraportada. Y veranear en la zona es una decisión 'lujosa' desde que Madonna y Louboutin la han puesto de moda. Un ejemplo: dormir la noche del próximo sábado 2 de agosto en el primer hotel del diseñador francés Christian Louboutin (Vermelho Melides Relais & Cãteaux) cuesta entre 1.225 y 2.000 euros, eso sí, con desayuno incluido.

En la playa salvaje de Pinheirinho se levantan en 400 hectáreas dos hoteles de lujo, residencias, campo de golf… Se llamará Spatia Comporta y Pinheirinho Comporta y hasta la cárcel Pinheiro da Cruz, junto a la playa cerrada y 'penitenciaria' de Raposa, se ha convertido en una golosina para los inversores: muchas hectáreas y playa.

Nuestras Comporta y Melides se privatizan por la puerta de atrás y acabaremos buscando otros lugares de veraneo. Eso haré a partir de mañana. Me voy a recorrer La Raya, desde la desembocadura del Miño hasta la del Guadiana, esa frontera tan cercana, tan barata y tan entretenida. Veranearé en busca de aldeas, tascas y paisajes poco conocidos, pero que merezcan la pena y se lo contaré en las páginas de Vivir Verano a partir del 24 de agosto. ¡Felices vacaciones!