Recolocados y jubilados tras el 26-M
La Diputación o la Asamblea es el nuevo destino de políticos que perdieron el poder tras las elecciones
Todo proceso electoral deja un reguero de cadáveres políticos que resulta mucho más evidente en las filas de los perdedores. Sin embargo, un resultado negativo puede alejar a estos profesionales de lo público de las esferas de poder, pero no de las instituciones, donde los partidos suelen acomodar a los compañeros que descartaron los electores, bien para agradecer los servicios prestados al partido, bien para aprovechar su experiencia, o ambas cosas.
Después del 26 de mayo se ha visto cómo un alcalde veterano como Ramón Ropero en Villafranca se ha quedado sin bastón de mando debido a un pacto de la oposición, como le ha pasado a Virginia Borrallo, también socialista y que perdió el poder municipal por un tripartido Podemos-PP-CS en Jerez tras quedarse a dos votos de la mayoría absoluta. En el caso del PP, José García Lobato tampoco pudo mantenerse al frente de su pueblo, Almendralejo. Ninguno se quedará únicamente con la ingrata tarea de hacer oposición hasta 2023. Los dos primeros repetirán y el tercero debutará este sábado como diputados provinciales con sus respectivos partidos.
Otra veterana que también se estrenó, en su caso a nivel autonómico en la cámara legislativa, fue Elena Nevado, que fue senadora y ocho años alcaldesa de Cáceres con el Partido Popular. Cuando en abril se supo que no sería candidata, al momento se conoció que a cambio iría en un puesto de salida como número seis por la provincia de Cáceres. Nevado tomó posesión de su escaño el pasado 18 de junio.
No todos tuvieron suerte
Pero no todos tuvieron la misma suerte. Las elecciones del 26 de mayo también dejó sin asideros institucionales a políticos de larga trayectoria en el poder. Sus partidos los presentaron, pero el público no los respaldó lo suficiente con sus votos y han quedado temporalmente fuera del tablero político. Es el caso del pacense Germán López-Iglesias después de varias décadas en diferentes responsabilidades con el PP, partido que lo presentó sin éxito para alcalde de Guadiana, la polémica población cuyo apellido 'del Caudillo' trató Vox de convertir en un símbolo.
López-Iglesias ha sido muchos años concejal en el Ayuntamiento de Badajoz, donde ha ejercido importantes responsabilidades. Después de ser diputado nacional también fue nombrado delegado del Gobierno y a continuación director general de la Policía, cargos de los que se despidió cuando Pedro Sánchez presentó la moción de censura el 31 de mayo de 2018 y el Gobierno de España pasó a manos de PSOE.
López-Iglesias se jubiló entonces de su puesto de funcionario, pero siempre ha reconocido que la política le apasiona y siguió trabajando en la campaña electoral. El PP extremeño lo presentó como candidato en Guadiana, donde pensó que, como mínimo, podría sacar un acta de concejal que le permitiera entrar en la Diputación Provincial. Pero el PSOE ganó con seis ediles y Vox se llevó los otros cinco, por lo que a día de hoy al exdelegado del Gobierno solo le queda que su partido, donde seguirá trabajando, le ofrezca un cargo de confianza en alguna institución. Esta salida también puede ser la de Juan Antonio Morales, de Vox, otro político veterano al que las elecciones de mayo podrían haber jubilado.
Morales lleva en política casi un cuarto de siglo. En 1995 empezó de la mano del PP y fue alcalde de Lobón durante veinte años en los que encadenó cinco mayorías absolutas. En 2011 se convirtió en diputado autonómico y en uno de los hombres fuertes del PP al ocupar la vicesecretaría provincial del partido. Sin embargo, en septiembre de 2018 anunció que se iba a Vox. Conservó su escaño en la Asamblea, pero sin apenas recursos, pese a lo cual se convirtió en la cara visible del partido de ultraderecha en la región.
Morales se presentó como número uno por Badajoz y durante el escrutinio electoral en la noche del 26 de mayo parecía tener asegurado su escaño en Mérida, pero finalmente no fue así y se quedó sin entrar en el parlamento autonómico. Su futuro político más inmediato dependerá de lo que consiga negociar Vox en aquellas instituciones donde esta formación es decisiva, como Badajoz.

Otra categoría relacionada con las últimas elecciones podría ser la de políticos reciclados. Fernando Baselga siempre estuvo cerca de la cúpula del PP, pero en marzo de 2016 se marchó a Ciudadanos. Baselga fue concejal en Badajoz, diputado provincial y autonómico hasta 2007. Durante la etapa de Monago al frente de la Junta (2011-2015) dirigió una empresa pública, pero ya no tenía presencia pública.
Tras su marcha a Cs lo incluyeron en el número cuatro de la lista a la Asamblea por Badajoz. Cuatro escaños sacó el partido por esta provincia, lo que permitió que Baselga, ahora como secretario de la Mesa, se reenganchara a la política.
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