El planeta como un lugar de trabajo
Nómada digital. Organizar viajes de turismo responsable a Tailandia o para mujeres en solitario es su pasión
Dicen que viajar es añadir vida a la vida, algo que acumula sin desperdicio Paqui Fernández, porque desde que tiene uso de razón su pasión ha sido viajar por el mundo y conocer otras culturas que la dejaban completamente alucinada. «Creo que toda esa parte viajera empezó con el cine y los libros», sus otras dos adicciones. «Viajar ha sido siempre algo que me ha hecho sentir viva, ilusionada, atenta, emocionada, porque es magia», señala esta empresaria que ahora reside en Los Guadalperales, una localidad de apenas 700 habitantes.
Esa ansia por conocer mundo hizo que en el año 2009 tomara la decisión de irse de la empresa en la que trabajaba en Madrid y empezar a viajar sin billete de vuelta. «Había viajado mucho, pero siempre volvía con ese sueño de hacerlo sin estar pendiente del tiempo», dice. Y en uno de esos recorridos por el mundo aterrizó en Tailandia con un amigo, que se quedó a trabajar en Bangkok. Paqui se quedó atrapada por la cultura de este país y tenía la excusa perfecta para regresar de vez en cuando, «visitar a mi amigo». Una de esas veces no lo pensó más y se quedó, dando el paso de montar una agencia de viajes donde Tailandia es el principal destino. Una de esas veces empezó a oír hablar de los nómadas digitales que «traviajaban», es decir que viajaban y trabajaban al no depender de una localización geográfica para su trabajo. «Fue un concepto del que me enamoré rápidamente», confiesa, que se unió a todo lo que le hacía sentir viajar. Es así como esta extremeña decidió explotar su gen viajero y emprender para mostrar el mundo a los demás y disfrutar haciendo que otras personas sintieran esa magia. Y así es como surge la semilla del proyecto que hoy es Laotratailandia.es.
Cuando le preguntas que dónde tiene la oficina o que cuál es su lugar de trabajo, responde que cualquier sitio del planeta. Diseña y organiza viajes personalizados, en los que primero escucha qué quiere el viajero y le ofrece experiencias a la medida, «y el lugar desde el que lo haga es lo de menos».
«El nomadismo digital me abre la posibilidad de viajar cuándo y dónde quiera sin dejar de trabajar»
Pronto se dio cuenta de que el nomadismo digital le abría la posibilidad de poder viajar cuando quisiera y poder estar en los lados del mundo que deseara. Los Guadalperales es su pueblo y su familia vive ahí «por lo que si mi lado viajero está muy latente, el familiar es el otro 50%», que ha sabido compaginar eligiendo ser libre para estar donde quiera.
Sin embargo, en una de esas temporadas en Extremadura le pilló la pandemia. Como muchos otros sectores, el del turismo fue uno de los castigados y la agencia se vio muy afectada. Entonces, su familia le ofreció trabajar con ellos en la empresa familiar. Así, tan pronto es posible verla diseñando campañas de marketing y ventas en medio de una parcela rodeada de ciruelas y nectarinas, como sentada en la playa con los pies en el agua y el ordenador sobre las rodillas planificando un viaje a Tailandia para un grupo desde cualquier punto del país.
Y es que para Paqui su agencia de viajes está dentro de su cabeza, en el corazón y en el ordenador. Casi no necesita más para planificarlo todo, porque conoce el país y le gusta mucho tratar con la gente, así que la personalización de las experiencias es un factor diferenciador. Otro es que están especializados en turismo responsable. Pero lo más atractivo es que en los últimos tiempos también se ha especializado en organizar viajes para mujeres dentro del programa 'Historias de Tailandia', junto a otra amiga, cuya idea era reducir los estereotipos comparando culturas, y que muestran en la web historiasdetailandia.com.
«Decidí embarcarme en esto porque soy una mujer y he viajado mucho sola, y creo que esto de viajar es algo que hay que aprender a hacerlo», comenta, después de haber oído a muchas mujeres decirle «no sé cómo eres capaz de hacer eso, como si ellas no pudieran».
Se trata de viajes en los que unen mujeres, para crear una zona de seguridad, ya que muchas se sienten más seguras si viajan con otras, y donde se liberan de opiniones limitantes que puedan escuchar en su entorno sobre si son mayores o jóvenes para eso. Además, tiene la peculiaridad de que no viajan con gente conocida «por lo que no tenemos que seguir unos roles y nos sentimos sin etiquetas mentales».
«Creo que esto de viajar es algo que también hay que aprender a hacerlo»
También se promueven experiencias con un peso cultural importante y un peso de responsabilidad con el país de destino, «esto no se trata de fotos, se trata de amor a lo diferente». Entre las muchas cosas que asegura que descubrimos al viajar solos es la confianza en nuestras decisiones, «tenemos menos miedos y creo que es una forma de cuidar la autoestima».
Lo próximo es emprender un viaje con mujeres y después, quizá, alguno sola, «da igual dónde», confiesa. Mientras, se pone como reto llevar a sus padres a conocer la Tailandia que un día cambió su vida.
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