

Así se matan las cucarachas
HOY acompaña a un equipo de exterminadores para conocer los tratamientos y los consejos que hay que saber para acabar con estos insectos
Será su forma de moverse, su aspecto o que proceden de las alcantarillas, pero las cucarachas no son un insecto más, provocan una mueca de asco inmediata. Pero las temperaturas han subido y ahí están, como cada año. HOY ha acompañado a un equipo de exterminadores para ver de cerca cómo se las mata.
El equipo, de la empresa Atheca, trabaja en Badajoz, contratado por el Ayuntamiento pacense. Su jornada arranca a las siete de la mañana y se extiende hasta las tres de la tarde. Hoy les toca fumigar el barrio de San Roque, en el que pasarán varios días porque deben abrir y rociar cada alcantarilla.
Una de las labores más complicadas de su rutina es abrir las tapas de las alcantarillas, algunas bloqueadas, otras rotas o muy pesadas. Sin embargo explican que es fundamental que no se olvide ninguna para que los insectos no tengan donde refugiarse.
Noticia relacionada
No, pisar las cucarachas no deja huevos en el suelo, es un bulo
Al abrir la tapa, en algunos casos, no se ve ninguna y en otros decenas, pero en todas se fumiga. El tratamiento es un biocida, es decir, una sustancia controlada usada para eliminar organismos nocivos. En Badajoz se usa uno compuesto por microcápsulas para que su efecto se alargue en el tiempo. Las microcápsulas son de veneno. Algunas se rompen al fumigar y las cucarachas mueren inmediatamente o en poco tiempo. Otras se llevan el producto pegado y rompen las cápsulas posteriormente. Son efectivas hasta 30 días dependiendo del calor.
Se hace así porque, si en los días posteriores al tratamiento nacen nuevos ejemplares, estos también pisarán las microcápsulas y liberarán el veneno, por lo que morirán posteriormente.
Este método de fumigación no produce efecto de huida, es decir, los insectos no salen huyendo a otras zonas. Eso sí, suelen marcharse cuando notan que las rocían. La mayoría escapan hacía abajo y otras huyen de las tuberías, a veces por los imbornales, que no pueden cerrarse por seguridad. Los operarios, una vez cerrada de nueva la tapa, colocan cinta en los agujeros y en las juntas para intentar que no se escapen bichos.
«Van a morir de todas formas, pero lo hacemos por cortesía, para que no se llene la calle de cucarachas muertas porque la gente se alarma», explica uno de los operarios. Añade que a veces reciben hasta cinco avisos un día después de fumigar porque los vecinos ven ejemplares muertos en las aceras.
En medio de la rutina de fumigación se hacen descubrimientos curiosos. Por ejemplo, parte de las cucarachas que se aprecian son blancas. Los expertos explican que estos animales mudan su exoesqueleto y, durante el proceso, es blanquecino, por lo que es normal ver ejemplares de este tipo.
Periplaneta
En las alcantarillas de Badajoz solo se ve una especie de cucarachas, las periplaneta americanas, que son marrones rojizas. En algunos pueblos de Extremadura, sin embargo, también se encuentran las germánicas, las negras. Estos son los dos tipos que se encuentran mayoritariamente en España. Hay ciudades donde se han localizado ejemplares resistentes a los biocidas, pero no se han dado casos en la región.
Durante la fumigación algunos vecinos se acercan a los operarios para hacerles preguntas o darles avisos de zonas donde hay muchas animales. «Entendemos que hay mucho asco a ellas», dice uno de los expertos.
Casimira Sánchez, vecina de la calle Fuencarral de San Roque, es una de las que se acerca a los fumigadores. Les explica que además de cucarachas, en la zona hay ratas. Los expertos ya lo saben porque durante su recorrido fumigando las alcantarillas también revisan y ponen cebo en las trampas contra estos roedores.
Los operarios, solo con ver el tipo de alcantarilla y la ubicación, saben si puede haber roedores. «A veces vemos excrementos o incluso alguna anidando, aquí en la zona del Rivillas hay, por ejemplo». Para controlarlas hay puntos marcados donde se colocan cebos colgados de alambres.
Además de la campaña que irá barrio a barrio, en esta ciudad y en muchas localidades, se pueden dar avisos, ya sea por cucarachas, por ratas, por garrapatas, pulgas... En esos casos se hacen intervenciones especiales para tratar de controlar el problema.
El tratamiento en la red de saneamiento de las ciudades y pueblos es vital. En algunos casos, además, los vecinos deben llevar a cabo tratamientos privados en sus viviendas si se dan cuenta de que las cucarachas llegan desde tuberías bajo sus viviendas. Un tratamiento privado supone unos 200 euros por dos sesiones.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.