Visita de Isabel Díaz Ayuso a Extremadura

Fotos con Ayuso, cupones en Mérida y cena en Trujillo

«Te lo dije, es muy simpática», confirmó una señora a su marido. El matrimonio septuagenario se acercó a saludar a Ayuso y hasta la pudo abrazar y dar un paso de besos. Entonces, algunos de los ciudadanos reunidos en la plaza se animaron con breves aplausos. antes de que los miembros de Gobierno de Extremadura y Madrid se adentraran en el hermoso claustro del antiguo conventual santiaguista que es sede de la Presidencia de la Junta.

Mientras estaban reunidos el minibús que trasladó a la comitiva de Ayuso fue multado por estacionar en el acerado junto a la muralla de La Alcaza sin haber pedido permisos, según el Ayuntamiento de Mérida.

Cuando finalizó la sesión de trabajo y la comparecencia ante los medios, las delegaciones se dirigieron a un restaurante céntrico: el Cachicho Casa Benito. Un establecimiento reformado recientemente y en el que durante la legislatura de José Antonio Monago como presidente de la Junta eran frecuentes los encuentros entre su vicepresidenta, Cristina Teniente, y el diputado de IU, Alejandro Nogales, para cerrar acuerdos. Otros tiempos.

Este lunes, todo el Consejo de Gobierno de la Junta (11 integrantes) y los cinco venidos de Madrid además de Miguel Ángel Rodríguez, degustaron platos elaborados por el cocinero emeritense Gonzalo Valverde. No faltaron los derivados del cerdo ibérico y pescado. Fuera, en la terraza, estaba tomando una consumición el expresidente del Senado Juan Ignacio Barrero, que saludó a Díaz Ayuso y a Rodríguez cuando terminó la comida.

La presidenta madrileña se llevó dos cupones de la ONCE que le regaló María Guardiola (la presidenta extremeña se quedó con otros tantos) tras comprárselo al vendedor situado en la esquina del Cachicho. Mercedes Morán, consejera de Agricultura, también adquirió cupones para probar fortuna.

Por la tarde, Guardiola y Ayuso se desplazaron hasta Trujillo, para reafirmar el compromiso de ambas comunidades con los valores de la Hispanidad, a la que también se refirieron en la rueda de prensa de la mañana. Acompañadas de la alcaldesa, Inés Rubio, del PP, posaron ante la estatua de Francisco Pizarro.

La presidenta madrileña, que hizo su aparición en la Plaza Mayor sobre las 18.40 horas, fue reclamada en varios momentos para hacerse fotografías con ella, que recibió gritos de «presidenta, presidenta».

A partir de ahí, se inició una visita guiada y la propia Ayuso fue inmortalizando diferentes vistas de la parte antigua con la puesta del sol. Una vez en el castillo, accedieron hasta donde está situada la patrona trujillana, la Virgen de la Victoria. De regreso, concluyeron la visita en el palacio de los Barrantes Cervantes.

La estancia trujillana terminó con una cena en el restaurante 7 de Sillerías. Estaba previsto que la presidenta de la Comunidad de Madrid hiciera noche en el hotel Eurostar, junto a la Plaza Mayor, y desde donde este martes partirá en dirección a la central nuclear de Almaraz.