La afición oculta de...
Esther Sánchez Tapia
«Para mi comunión ya me regalaron una réplica de Tizona, la espada del Cid»La alcaldesa de San Gil tiene una extensa colección de espadas valorada en más de 3.000 euros, y una gran pasión por los juegos de estrategia
–¿Cuál es su afición favorita?
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–Si tuviera que elegir una entre todas ellas, sería sin duda la de coleccionar espadas.
–¿Desde cuándo ... la practica?
–Desde muy pequeña, la primera fue una réplica tamaño cadete de la Tizona del Cid que me regalaron para mi comunión en 1986 (cuando tenía 9 años). A partir de ahí vinieron la Tizona y la Colada del Cid ya a tamaño real, y luego el resto. El día de mi boda, mi ramo estaba engarzado en esa primera Tizona.
–¿Por qué?
–Siempre he sido una lectora voraz, principalmente de novela histórica y épica fantástica, de modo que supongo que me viene de ahí. Un poco como lo que le ocurrió a Don Quijote con las novelas de caballería.
–¿Se la inculcó alguien o algo en concreto?
–Si hubiera que hacer responsable a alguien de ello, seguramente sería a mis padres, que desde muy pequeña me pusieron un libro en las manos y que nunca escatimaron recursos en esa afición que fue raíz de todas las demás. Hoy la biblioteca de casa cuenta con más de 5.000 volúmenes.
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–¿Cuánto tiempo le dedica a la semana, al mes?
–Más que algo a lo que se dedique un tiempo determinado, es como un virus que siempre está ahí y se activa con una nueva lectura, con series, películas…
«Las espadas, como los libros, cuentan historias. Evocan otro tiempo, otras vidas, otros mundos, ya sean reales o ficticios»
–¿Participa o forma parte de algún colectivo?
–En los albores de internet, antes de whatsapp, telegram y de las redes sociales, cuando los módems conectaban con un ruido infernal, tuve la gran suerte de dar con un grupo de personas mágicas en el foro del Callejón de los Piratas (formado por lectores de Arturo Pérez-Reverte, que incluso habló de nosotros en uno de sus artículos). Ahí nació el Tercio Viejo del Búho, hace ya casi 25 años, que a día de hoy es una familia: la familia responsable de la forja del Trono de Hierro en el que llegué al baile de mi boda.
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–¿Qué tipo de satisfacciones ha tenido: le ha hecho conocer gente, nuevos amigos, viajar…?
–Muchos de mis amigos comparten esta afición, en mayor o menor medida. Creo que no hasta el punto de tener 20 réplicas en casa, pero sí les gustan. Personalmente me resulta divertido pensar que gracias a esta afición tengo, además de médico y librero, armero de cabecera también: mi amigo Sergio Maldonado (Espadas y Arte de Toledo) que es hijo de uno de los mejores artesanos de damasquino que existen. Un lujazo.
«Siempre he sido una lectora voraz, supongo que me viene la afición de ahí, como le ocurrió a Don Quijote»
–¿Ha tenido algún premio o reconocimiento?
–Lo más parecido a un premio que me ha proporcionado esta afición es que, quizá a través de ella, Helena (mi hija mayor) se interesó por la esgrima. Así que ahora, a las espadas de colección, tenemos que añadir las que usa ella en su deporte. Todavía no tengo réplica de Excalibur para reclamar como premio el trono de Inglaterra.
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–¿Le ha supuesto algún inconveniente alguna vez: quejas de la familia, restarle tiempo, ocupar espacio en casa…?
–Soy muy afortunada porque mi marido no sólo entendió mi afición sino que enseguida empezó a compartirla. Y Helena también: con sólo 13 años ya tiene tres espadas de colección propias. Sin embargo Claudia, la pequeña, nos mira con cara de aburrimiento cuando nos ponemos a hablar de esto.
–¿Le ha costado dinero, cuánto? ¿Ha ganado dinero con su afición?
–Aunque no es un afición barata, tampoco es ni mucho menos tan cara como pueda parecer. Las réplicas que tenemos en casa van desde los 60 euros hasta los algo más de 300 de la de Conan. La colección a día de hoy ronda los 3.000 euros.
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–¿Por qué la recomendaría a otras personas?
–Las espadas, como los libros, cuentan historias. Evocan otro tiempo, otras vidas, otros mundos, ya sean reales o ficticios.
–¿Ha tenido otras aficiones?
–Como he dicho, la lectura es el eje vertebrador de casi todas mis aficiones. Pero también me encantan los juegos de estrategia como el Ajedrez (escrito con mayúsculas), D&D o Warhammer. Y me confieso una friki irredenta del carnaval de Cádiz desde que me tropecé con la chirigota 'Los Yesterdays'.
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