Más ciervos cazados que conejos
Crisis. La Federación extremeña alerta de que la crisis de la caza menor se está agravando
Que la caza menor atraviesa serios problemas desde hace años en Extremadura mientras que la mayor mantiene un rumbo completamente distinto no es ningún secreto entre los aficionados.
Pero el abismo entre ambas modalidades no deja de crecer. El último informe de Fedexcaza lo ejemplifica de una manera muy clara. Durante la última temporada sobre la que tiene datos, la 2018/2019 en la provincia de Cáceres se cazaron más ciervos que conejos. No siempre ha sido así, no solo por la diferencia en el número de ejemplares de ambas especies, también por la diferencia de coste de abatirlos.
Este martes, la Federación Extremeña de Caza (Fedexcaza) presentó en Cáceres la cuarta edición de su 'Informe sobre la situación de la caza en la región'. Se trata de un documento que atestigua la «situación crítica» de la fauna menor y la expansión de la caza mayor, según indica la Federación en un comunicado.
José María Gallardo, presidente de Fedexcaza, aseveró durante el acto que este informe constituye un «pilar fundamental» para el futuro plan estratégico del sector, en el que la Junta de Extremadura está trabajando, al arrojar datos que deben servir de base para la toma de decisiones.
Como ejemplo, resaltó el aumento de las capturas y la población de jabalíes, cada vez más habituales en zonas de nueva colonización, «que hacen más necesaria que nunca la regulación de nuevas oportunidades y modalidades», como la caza del jabalí al salto.
Al respecto, Gallardo lamentó que «se sigue sin reaccionar» ante la situación crítica de la fauna menor, y valoró que en la temporada citada (la 2018-2019) en Cáceres se abatieron más ciervos que conejos «en una descompensación que aumenta cada año».
Otro ejemplo puso Gallardo, en la provincia de Badajoz se caza prácticamente el mismo número de zorros que de conejos.
Según advirtió, la situación es «muy preocupante y requiere de medidas excepcionales».
Por su parte, el director del informe, Manuel Gallardo, vicepresidente de Fedexcaza, puso de relieve que en Extremadura hay 3.308 cotos, 591 sociales, 834 de caza mayor y 1.883 de caza menor. Destacó el aumento de los de caza mayor –34 más en un año– y la disminución de los cotos privados de caza menor, con 44 menos, «debido al aumento de caza mayor y la evidente escasez de la menor».
En cuanto a los datos de capturas, en el periodo de cinco años el número de jabalíes abatidos han aumentado un 37%, y el de ciervo un 28%, «lo que nos muestra que se trata de especies en expansión y sobre las que es imprescindible mantener e incluso aumentar los controles poblacionales».
Lo contrario sucede con las especies de caza menor, que «siguen sin mejorar en términos generales».
Sí que aumentan, de nuevo, las capturas de codorniz, y «parece que se ha logrado frenar el descenso de la tórtola», aseguró Gallardo.
Si bien calificó de catastrófica la disminución en el número de liebres cazadas, ya que en Extremadura las capturas han bajado más de un 47% en cinco años.
En cuanto a los conejos, subrayó la «absoluta preocupación», con un descenso del 37% desde 2013. Por último, destacó los ingresos que la caza genera de forma directa a las arcas de la región, con seis millones de euros entre impuesto de aprovechamiento cinegético, tasas por licencias y por acciones cinegéticas.
Y resaltó también el valor de la carne de caza en Extremadura, 6,6 millones de euros, con un descenso del 19% «que hace imprescindible una estrategia que apueste por su consumo nacional».
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