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¿Qué ha pasado este sábado, 6 de diciembre, en Extremadura?
Dos mujeres bailando agarradas en una verbena celebrada en un pueblo extremeño en 2018. HOY

Bailar sentados no es bailar

Sin apenas verbenas ·

Los pueblos prescindirán de orquestas en sus fiestas este verano ante las restricciones de aforo y la prohibición del baile

Miércoles, 30 de junio 2021, 07:19

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Para ver una orquesta sentados, sin poder bailar, mejor no hacer verbena. Esta es la reflexión mayoritaria de los alcaldes de la región, que con las actuales condiciones de cara a los festejos locales están optando por hacer una celebración a medias. Se puede decir, de manera coloquial, que el covid les ha vuelto a cortar el rollo. «Este verano lo que haremos serán actividades culturales, como alguna representación flamenca, de copla y algún teatro, pero orquesta para bailar no habrá. No nos podemos comprometer a organizar una verbena ni organizar una pista de baile. No es solo por bailar, es que necesitaría además controlar el acceso y en mi pueblo a la plaza se accede por cinco sitios y yo no tengo personal para controlarlo, por eso haremos solo actividades con personas sentadas», explicaba esta semana Óscar Díaz, alcalde de Alconchel (Badajoz, 1.700 habitantes).

Ahora mismo las fiestas veraniegas que se celebran en la mayoría de pueblos tienen vedado el baile. Se rigen por un decreto que la Junta publicó en el DOE del 6 de mayo. En el artículo 31 de su suplemento se refiere a «Fiestas, verbenas y otros eventos populares». Y aunque es muy tajante prohibiendo celebrar «fiestas, desfiles, procesiones, romerías y otros eventos o actividades populares similares», en los municipios de menos de 5.000 habitantes se abre la posibilidad a celebrar estas verbenas bajo determinadas condiciones. Principalmente el decreto habla de aforo (75%), cómo establecerlo (que cada persona cuente con tres metros cuadrados) o cómo organizar el acceso (de manera escalonada, con gel y con controles).

Pero el contratiempo que observan la mayoría de regidores está en el punto f): «El público deberá permanecer sentado en todo momento, guardando la distancia de seguridad»; aunque no menos limitante es el k): « No se podrá habilitar pista de baile ni estará permitido el baile para el público en el citado espacio o aledaños. Tampoco se podrá realizar en el espacio destinado a la verbena ninguna otra actividad, en especial, la de servicios de hostelería y restauración o similares».

Según Saturnino Alcázar, alcalde de Herrera del Duque (Badajoz, 3.500 habitantes) la contratación de una orquesta es el único aspecto de las fiestas que no tienen decidido. «Nosotros las celebramos en agosto y ya tenemos cerrado el cartel de toros, además hemos recibido solicitudes para montar atracciones para los niños y las vamos a aprobar, pero lo de la verbena no lo tenemos claro porque hay muchas dudas sobre si podremos controlarla o no. Esperaremos a última hora, a ver si cambia la normativa porque en esta situación planificar a mes y medio es complicado», decía este lunes el regidor de un municipio que tan solo tiene tres casos positivos en estos momentos.

En Oliva de la Frontera (5.200 habitantes) ya festejaron San Marcos en el mes de abril y aquello fue un hito muy celebrado por los vecinos porque por primera vez regresaban las atracciones a la región. Pero vuelven a tener fiestas a mediados de agosto y de nuevo del 17 al 20 de septiembre, cuando suele haber incluso festejos taurinos. «Este año está todo por cerrar, se esperará un poco más para saber qué haremos, pero está difícil», reconoce su alcalde, José Rangel.

Félix Silva, de Sal y Pimienta

«No le veo color a este verano, solo tengo seis actuaciones»

Félix Silva está al frente de la orquesta Sal y Pimienta, tiene 37 años, lleva veinte en este mundo y afirma que nunca ha sufrido una racha tan mala como esta. En 2008, con la crisis económica recortó la plantilla, de ocho a cuatro personas, pero desde que empezó la pandemia la cosa ha ido a peor. «Muchas actuaciones se están anulando al no haber bailes, por lo que los alcaldes prescinden de nuestros servicios. Algunas orquestas nos estamos adaptando y hacemos tributos, y en mi caso, como a mi compañera se le da bien la copla y a mí los boleros, pues hacemos actuaciones de menos minutos que se prestan menos a salir a bailar».

Según cuenta este pacense, si sobrevive económicamente es por algunos eventos privados, como bodas, aunque también han descendido. «No le veo color a este verano, solo tengo seis actuaciones en pueblos y hay que tener e cuenta que nosotros trabajamos solo medio año, así que si no lo hacemos al cien por cien quizás no queda más remedio que vender el equipo y dar cerrojazo», lamenta.

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